martes, 28 de diciembre de 2021

AL AMOR DE LA LUMBRE

 




Para encender el fuego

primero hay que saber lo que es el frío,

haber sufrido

su lenta mordedura,

haber sentido

cómo enclueca en la piel

la luz de sus carámbanos.

Las manos arrecidas

no saben enhebrar una caricia,

no pueden barajar

los naipes del acaso,

ni sostener las riendas de la caballería.

Para encender el fuego

primero hay que saber lo que es el fuego,

visitar su morada

de formas movedizas,

aprender el lenguaje

de sus lenguas voraces,

sufrir con la agonía

plácida  de las brasas.

(...)

                                                                                

                                                                                        

                                                                (De  Despoblados, inédito)

miércoles, 22 de diciembre de 2021

BUENOS DESEOS

 





A pesar de que, en estos tiempos oscuros, 

nuestros buenos deseos 

parecen inútiles y peligrosos,

efímeros y frágiles,

escritos en la nieve,

escritos en el agua,

escritos sobre el humo.

A pesar de que nos sentimos atrapados

en un bucle de desesperanza,

contando los días que nos quedan

para no desconfiar del aire que respiramos.

A pesar de todos los pesares,

sigamos deseándonos lo bueno.

Salvemos la alegría

y que se vuelva contagiosa.


FELIZ AÑO BUENO.

FELIZ AÑO, NUEVO DE VERDAD.



CORONACUENTOS (34): NIEBLA

 

La mañana estaba atrapada en una neblina fría que perlaba con un sucedáneo de lágrimas las ramas desnudas de los árboles del parque. Por momentos, el sol se intuía tras la espesa cortina gris. Las farolas, desconcertadas y sujetas a las órdenes de sus sensores, encendían sus globos amarillos o se apagaban siguiendo los vaivenes de la luz.

A lo lejos, por la avenida central, se perfiló la sombra imprecisa de un hombre que se me acercaba. Creí reconocer vagamente sus andares, el contoneo inclinado a la izquierda de una cadera dolorida, la indumentaria pasada de moda.

Venía enmascarado, como casi todos desde que la enésima ola se había disparado. La cabeza, tocada con un gorro hasta las orejas, apenas dejaba ver la franja de los ojos.

                ─ Eres Alberto, ¿verdad?

                ─No lo sé  ─murmuró sin detenerse.

Se perdió en la niebla.

A mediodía, por fin, el sol logró abrirse paso entre los archipiélagos de nubes.


jueves, 16 de diciembre de 2021

NEGACIÓN


 





No lo intimidan

ni la lejana nieve en las montañas

ni su soledad de árbol rebelde.

A las puertas del invierno

el abedul

se niega a estar desnudo

y brilla con maduro esplendor

bajo el dulce sol de diciembre.


domingo, 12 de diciembre de 2021

LLENAR ESPAÑA

 


Desde su despacho enmoquetado, el planificador

había encontrado la solución definitiva para acabar

con la despoblación de la provincia: repoblarla con

vacas, cerdos y molinos de viento. Y, si aún sobraba

sitio, gallinas ponedoras, pollos de engorde, torretas

de alta tensión y eucaliptos. Y, si aún sobraba sitio,

geriátricos.Y si aún sobraba sitio, cultivos clandestinos de cannabis. Y, si aún sobraba sitio, un cementerio

nuclear. Para entonces ya no habría nadie para

protestar. La España llena.


lunes, 6 de diciembre de 2021

EL LIBRO

 


Acababan de gritar su nombre desde el corredor de la galería y, casi al instante, se abrió la puerta y se escuchó una frase rutinaria cebada de crueldad:

─Venga, valiente, que vamos de paseo.

Los demás lo miraron con aquella mirada que conocía tan bien. Era la misma que él había dirigido otras veces al elegido: una mezcla repulsiva, incoherente, de alivio y compasión infinita.

─¿No podrían esperar un poco a que acabe?

─Hazte el gracioso, total...

Le quedada muy poco para terminar el capítulo y estaba en lo más interesante.

El libro, muy manoseado, estaba lleno de tiras de papel cortadas de la revista  Redención. Servían de marcapáginas que indicaban por dónde iba leyendo cada uno.

Antes de abrazar a sus compañeros, tomó su tira de papel y la colocó en el lugar  en el que había dejado la lectura: el libro, con su infinita paciencia, quizá estuviera esperándolo en otra vida en la que  le costaba creer.


                                (Basado libremente en una historia real)

 

jueves, 2 de diciembre de 2021

PARADOJAL


Amigo de la contradicción, el oxímoron, la paradoja y demás flores del insomnio y de su pensamiento retorcido, Mateo Ortiz solo acertaba a condensar en esta frase todo su aprendizaje vital:

Es todo muy sencillo: las cosas son complejas.

Y se quedaba tan ancho.


                

sábado, 27 de noviembre de 2021

BLANCO Y NEGRO

 








¡Con qué delicadeza

amorosa el caballo

-en negro sobre blanco-

con sus belfos calientes aparta la fría costra y luego

va arrancando esa hierba

que tirita y se endulza

en el claro del bosque

tras la nieve de otoño! 








martes, 23 de noviembre de 2021

AMPO


 

                Desde el momento de su nacimiento supo dos cosas: que su vida iba a ser un breve viaje y que él era diferente. Lo primero no tuvo que aprenderlo, lo sentía tatuado en cada uno de sus frágiles átomos. Lo segundo era fácil de adivinar: solo tenía que fijarse en los de su alrededor. Evitaban rozarlo, como si fueran a mancharse, aunque para ello tuvieran que hacer peligrosas piruetas. Mientras volaban muy apretados creyó oír comentarios despectivos: monstruo, error de la naturaleza, vergüenza. No hizo mucho caso porque lo que más le preocupaba era la caída, a merced del viento, al albur de lo desconocido. Como un parapentista inhábil voló en círculos hasta que se posó. Tuvo suerte, parecía que lo esperaban.

                En el patio del colegio la niña de Gambia miraba embelesada la nieve. Era la primera vez que la veía. En su tierra esto no pasaba. El bello espectáculo era un pequeño consuelo por tantos días de saberse extranjera en su nuevo y frío país. Un copo negro se había posado sobre su mano extendida. Lo cobijó como a una mariposa cansada hasta que expiró dulcemente, deshaciéndose sobre su cálida piel, oscura y expectante.

                No se lo contó a nadie. No la creerían.


                            (Relato para un primer día de nieve)

jueves, 18 de noviembre de 2021

ORO NEGRO

 

Soy Gordy: a lo mejor me conocéis de la tele o los vídeos de Youtube. La famosa cerdita vietnamita con el mejor olfato del mundo. Un amor. Estoy entrenada para encontrar esas verrugas negras bajo la tierra que exhalan un aroma delicioso. El oro negro, lo llaman. Ya os han contado mi historia, para qué repetirla.  Pero hay cosas que solo yo sé. La otra cara de las historias tiernas, la que nadie quiere oír. A saber:

          Que es grande mi pena porque mi grueso cuello me impide mirar al cielo.

            Que  tengo que controlarme para no morder la mano que me acaricia después de cada hallazgo.

             Que apenas me gusta el pienso, ni los trozos de manzana con que me premian por mi labor. Soy una sibarita reprimida.

          Que lo que de verdad me gustaría es devorar de un bocado todas las trufas que encuentro con el hocico.

             Y que si no lo hago es porque sé que para mí son venenosas, letales de necesidad.

El día en que empiece a comérmelas habré firmado mi sentencia de muerte. ¿Acaso tengo elección?


lunes, 15 de noviembre de 2021

ESAS HERIDAS

 







Esas heridas

que nunca cicatrizan:

abismos diminutos

o negros agujeros

que reducen a nada la alegría.

miércoles, 10 de noviembre de 2021

HÍBRIDOS





Se llevan los híbridos, la mezcla, el mestizaje. No es algo nuevo: agricultores y ganaderos llevan siglos experimentando ese travieso placer de barajar cromosomas. La mula es el ejemplo más conocido, pero existen también ligres, cebrallos o pumapardos. Las barreras entre razas o especies parecen cada vez más cosa del pasado: la tecnología genética nos augura un mundo de realidades impuras, de nuevos seres producto del cruce inesperado. Ya la mitología y los bestiarios antiguos recogían este sueño o pesadilla de los humanos y están poblados de sátiros, sirenas, centauros, medusas, esfinges y otros animales creados mediante la fusión de trozos o  mitades tomados de especies distintas. Los coches y su tecnología tampoco escapan a este furor hibridante. Hasta las guerras parecen haberse vuelto híbridas -es decir, más sucias de lo que ya eran de por sí-, como la de Bielorrusia contra la Unión Europea.

También hay palabras híbridas, vocablos-centauro, palabras-sirena. Machihembrar términos para crear otro nuevo es un procedimiento de generación léxica habitual en nuestra lengua: solemos llamarlo composición. Se ha hecho con mayor o menor fortuna. 

Juzgue por sí mismo el  amable lector la novísima palabra que hoy traemos a nuestro palabrario: chocorrezno. Llena la boca, desde luego.

Y atrévase a probar o al menos a imaginar el sabor del producto bautizado con tal nombre. ¡Buen provecho!   

miércoles, 3 de noviembre de 2021

CORONACUENTOS (33): REGRESAR

 

No lo habían vuelto a ver ni tenían noticias suyas desde que se desató la pandemia. 

-Parece que se lo ha tragado la tierra-  comentaba Mauricio, el más lenguaraz de la tertulia.

-Hombre, no mientes ruina. Es de mal gusto, en estos tiempos- le recriminaba Donato.

Cuando aflojaron las prohibiciones y pudieron reunirse de nuevo en lugar cerrado  trataron en vano de recabar unos de otros alguna información sobre el paradero del desaparecido Ambrosio.

-Siempre fue un poco rarito.

-Es capaz de haberse muerto sin avisar.

-A lo mejor se lo ha tragado la tierra de verdad.

Los peores momentos de pánico habían pasado y el humor negro volvía a florecer entre ellos.

Lo vieron llegar un mediodía, tarde como siempre, cuando ya iban por la segunda ronda. Había algo en él que no cuadraba con el Ambrosio que recordaban. No sé, parecía como si regresara de un viaje demasiado largo y peligroso.

-¡Hombre, Ambrosio!- acertaron a decir a coro, sin salir de su asombro.

-Llamadme Lázaro -sentenció él, desdeñoso, antes de hacerle una seña al camarero para que le llevara lo de siempre.

sábado, 30 de octubre de 2021

miércoles, 27 de octubre de 2021

LA HOJA SUSPENDIDA














 Un sutil hilo invisible

ha detenido la caída de esta hoja

-su triste vuelo hacia la tierra-

y ahí esta, suspendida,

bailando sin querer

en medio del camino,

con su fin aplazado:

sencillo emblema del otoño.



sábado, 23 de octubre de 2021

CUMBRE VIEJA

 

No deberíamos llamar vieja a una cumbre, sobre todo si en su seno duerme un volcán. Es una provocación, un acicate para que demuestre que su vientre aún sigue siendo fértil.

Nada más parecido a la imagen infantil del infierno -grabada a sangre y fuego en nuestro imaginario- que la visión nocturna de la erupción volcánica en toda su furia: esos ríos de lava incandescente que todo lo arrasan, ese avance lento e inexorable del daño sobre la piel verde de la isla. Un castigo eterno imaginado por el más cruel de los dioses para pecados cuyo nombre ignoramos.

¡Cuánta belleza mortífera, qué insufrible contradicción! Cuando lo miramos no sabemos si extasiarnos u horrorizarnos.

La tierra que pisamos es la fría corteza de un ser con el corazón de fuego. Vivimos sobre un inmensa hoguera, sobre el horno de una secreta siderurgia. No deberíamos olvidarlo.

¿Qué pensará la isla? Hija de volcanes, está siendo asolada por otro volcán. Saturno devorando a sus hijos.

Magma, vapores y ceniza. Mucha ceniza, que cubre las flores -negro polen- y las casas -negra nieve-, que busca su último cobijo en el fondo rosado de los pulmones angustiados.

Al fin, después de tanto rojo de fuego, todo negro.

Eruptivo, efusivo, hablamos de él siempre en lenguaje figurado, como si fuera uno de nosotros, con sus cambios de humor, con su carácter. Hasta que el volcán se hartó de ser metáfora y empezó a ser literal.


viernes, 15 de octubre de 2021

BONHOMÍA

 


         De siempre le había gustado esta palabra y el significado que encerraba: un compendio de las mejores virtudes humanas; por eso, cuando al caminar por las calles de aquel pueblo blanco se la topó escrita sobre la pared como nombre de una casa rural pensó que no estaría mal quedarse a vivir allí para siempre. Y, de tener suficientes habitaciones, obligar a que toda la clase política  pasara en ella una buena temporada por ver si se volvía afable, sencilla, buena y honrada.





domingo, 10 de octubre de 2021

LA BARCA Y EL OLIVO







Varada en la playa, atiborrada de arena, la barca del abuelo lamentaba su suerte de trasto viejo, degradada al triste oficio de soportar, día tras día, el fuego infernal donde se asaban los espetos de pulpo y de sardinas.

-Nunca más saldré a la mar -añoraba-, teniéndola tan cerca...

-Peor es mi destino, compañera -oyó, sorprendentemente, a sus espaldas.

Lo que quedaba del viejo olivo, una madera tan densa y ancestral que se diría mineral, ardía lentamente alargando cuanto podía el breve viaje que separa la llama de la brasa.

-Tú, al menos, aún estarás aquí mañana. Yo seré un poco de ceniza que el viento se lleva a ningún sitio.Y también extraño la suave ladera en la que arraigué hace más de trescientos años.

"Ya está bien de jeremiadas,vejestorios" hubieran cantado a coro las sardinas que pronto iban a achicharrarse ensartadas en el espeto si hubieran estado en condiciones de hacerlo. 





martes, 5 de octubre de 2021

LOS TRES ESTADOS DE LA MATERIA

 

Nació en una época en que todo parecía firme, estable, sólido.

En su madurez, acogido a la falsa sabiduría encerrada en el principio de "Sé agua, amigo mío", la realidad se le estaba volviendo cada vez más escurridiza y líquida.

Ya entrado el siglo XXI, la realidad virtual, las criptomonedas, la posverdad y la digitalización de las relaciones le llevaron a la amarga conclusión de la que vida era algo evanescente, puramente gaseoso.

martes, 28 de septiembre de 2021

¿FLOR O PÁJARO?

 







¿Flor o pájaro?

¿El vuelo o las raíces?

¿El canto o el perfume?

¿Las alas o los pétalos?

No me obliguéis a elegir.

sábado, 25 de septiembre de 2021

LA MANO

 


En la plaza de la catedral, moviéndose con desparpajo entre la turba de turistas, los artistas del menudeo ofrecían, cantarines, sus mercancías. Vendían la suerte de sus cupones, un ramito de romero, una rosa robada en un jardín municipal, deuvedés, productos falsificados.

    -La mano, míster, le leo el futuro en la mano.

La mujer, enlutada y con gruesos aretes dorados que le deformaban las orejas, insistía tanto que el hombre acabó por acceder, no sin antes emitir un leve gruñido que sonaba a advertencia.

La adivinadora interrumpió el relato apenas iniciado -una profecía tópica con unas cuantas variantes- y soltó la mano con aprensión. Ni siquiera esperó a recibir la merecida recompensa por su trabajo. Era la primera vez que veía una palma completamente lisa, sin dibujos, y aquello le daba muy mal fario. Como si le estuviera leyendo el futuro a un extraterrestre. O a un muerto.

 




domingo, 19 de septiembre de 2021

EL DÍA MÁS CÁLIDO

 

Era el día más cálido de la historia o al menos el más cálido del que se tenía registro. La temperatura de la charca había subido tres o cuatro grados en unas pocas horas. Alrededor de la rana más anciana se había congregado un coro de jóvenes, dispuestas a escuchar una de sus historias:

«Los humanos cuentan una curiosa fábula. Dicen que una rana cayó en una olla que acababa de ser puesta al fuego. Como la temperatura iba subiendo poco a poco, cuando quiso darse cuenta el agua estaba hirviendo y murió cocida. Tiene gracia, ¿no os parece? El mundo es una gran olla, la temperatura va subiendo grado a grado y ellos se dedican a contar fábulas de ranas tontas.»


martes, 14 de septiembre de 2021

TRES MANERAS DE NO SER FELIZ

 

1. Se sentía muy desdichado porque era incapaz de recorrer la distancia ─algunos decían que era muy corta pero a él se le antojaba infinita─ entre ser afortunado y ser feliz.

2. En el mundo mineral sería piedra pómez: en el mundo vegetal sería madera de boj. El caso era llevar siempre la contraria. Flotar cuando no se espera  eso de ti, hundirte cuando no te corresponde por naturaleza.

3. Era un círculo, la forma perfecta, con sus puntos equidistantes de un centro, con esa habilidad para rodar y para deslizarse que tantos envidiaban. Pero estaba condenado a la soledad, solo podía tener un único, inestable punto de contacto con otras figuras. Por eso anhelaba la irregularidad, ser esa pieza de un rompecabezas llena de curvas excéntricas que encaja milimétricamente con otras para formar un hermoso mosaico.


                                                                                (Del carnet de apuntes de Mateo Ortiz)

miércoles, 8 de septiembre de 2021

TAUROMAQUIA (II)

 

               Éramos gente burlona y entrometida, empeñados en hacer verdadera la imagen que ya desde los tiempos de Cervantes caracteriza a los estudiantes.

                En la plaza de la Facultad, acabadas las clases, desde la escalinata asistíamos al espectáculo. El hombre se situaba en el centro y comenzaba su faena. Con una muleta invisible  se recreaba ejecutando pases y más pases a un toro imaginario. Remataba el lance con una estocada que, a falta de resistencia, daba con sus huesos en el pavimento. Aplaudíamos, jaleábamos, pitábamos, reíamos, agitábamos fulares pidiendo a la presidencia las dos orejas y el rabo, que le eran invariablemente concedidos. El fantástico torero daba la vuelta al ruedo entre vítores con el rostro encendido por el entusiasmo y, en unos instantes, consumido el éxtasis, parecía achicarse, se arrugaba y finalmente, como si se hubiera despojado del traje de luces, se ensombrecía y emprendía su marcha de vagabundo desnortado por las calles de la ciudad.

                ─Desde que se ha puesto de moda la antipsiquiatría los locos andan sueltos por las calles ─comentaba, despectivo y escolástico, Tovar, el profesor de Filosofía, mientras se abría paso entre la turba congregada y lanzaba miradas recriminatorias.

                Así un día y otro, hasta aquel mediodía en que, en mitad de la lidia, el torero se detuvo súbitamente, rescató sus ojos del desvarío y nos interpeló largamente con una lúcida mirada antes de sentenciar:

                ─ Yo no veo ningún toro. Creo que vosotros sí. ¿Quién está más loco? Ahí lo dejo.

                Y se largó sin ni siquiera poner las banderillas, que era la suerte que más nos gustaba. 


sábado, 4 de septiembre de 2021

GOLONDRINAS

  




¡Preparadas! ¡Listas! ¡Ya...!

¡Comienza el gran viaje!

Mañana estos cielos estarán solitarios.

Como las calles del pueblo.




sábado, 28 de agosto de 2021

TAUROMAQUIA (I)

 






Lejos quedan los tiempos en que el hambre daba más cornadas que los toros y los jóvenes aspirantes a figura de los ruedos se jugaban el pellejo a la luz de la luna trasteando con nocturnidad erales o saltando como espontáneos a la plaza. Poco resta de aquel halo de trágico romanticismo y de la estética fascinación que los practicantes del arte de Cúchares provocaban indistintamente entre el pueblo llano y entre los más encumbrados próceres y artistas.

Una muleta y un estoque apoyados contra el tronco de un árbol en el parque. Un hombre maduro ─uno se lo imagina torero frustrado, quizá banderillero en la cuadrilla de un matador sin demasiado lustre─ da unos pases a un muchacho que empuja un carretón con cuernos mientras otros adolescentes miran y aprenden. La escena evoca un juego infantil y está bañada de esa luz añeja que envuelve a lo prescrito. Hay que hacer un esfuerzo de imaginación solo al alcance de quien vivió otros tiempos menos afeitados para vislumbrar que allí, en ese momento, los espectros intercambiables de la Gloria y la Muerte ya están afilando sus pitones.


domingo, 22 de agosto de 2021

LA PARADA DEL AUTOBÚS

 

En la solitaria parada del autobús rural el curioso viajero impertinente encontró sobre el asiento, sujeta con una piedra para que el viento no se la llevara, esta fotonovela que en su juventud llegó a ser muy famosa: «Simplemente María». No resistió la tentación de hojearla, algo que en su adolescencia quizá le hubiera avergonzado. Estaba bien conservada, a pesar de los años transcurridos, del desgaste de dedos y miradas. Sin duda no había estado a la intemperie, sino cuidadosamente guardada en un cajón o una estantería. ¿Quién se la habría olvidado allí? ¿Quién podría tener afición a leer aquella literatura rosa trasnochada, barrida por las telenovelas venezolanas, mejicanas, turcas o de producción nacional? Estas preguntas y la presencia misma de la revista con sus fotos apagadas y su ingenuo sentimentalismo hacían de la moderna cabina de espera una cápsula de tiempo, una nave viajera por la dimensión inquietante del pasado.

Había más: oculta entre sus páginas encontró una hoja cuadriculada arrancada de un cuaderno, en la que, con una caligrafía de la época en que la escritura a mano era una habilidad cultivada, estaba escrito un poema cuya ingenuidad transparentaba maestría en la versificación, justeza en los adjetivos y un aroma a poesía decimonónica.  Desistió de investigar en el buscador del móvil si se trataba de un autor conocido, si era unos de aquellos textos que aparecían en las enciclopedias escolares.   Prefería pensar que era la creación anónima de alguna poeta provinciana lectora de fotonovelas. En todo caso, al transcribirlo con mano un poco temblona, lo había hecho suyo.

Anulado su espíritu crítico, el curioso viajero se sintió vulnerable a aquellos versos candorosos, especialmente a los que memorizó como un ensalmo: «... Me gusta del estribillo/ su repetición tenaz/y hallo en su monotonía/ cierta voluptuosidad.» No era mala descripción de lo que él sentía a veces al tararear esa melodía repetitiva en que muchas veces se nos transforma la vida.

Llegó por fin el autobús, que por aquí llaman «La Serrana». Por un momento dudó si subir a él. La tarde se había cargado de raros encuentros. Quién sabe a qué inesperado destino podría ser transportado. Quizá al tiempo irremediablemente perdido de las fotonovelas y la poesía cándida.





lunes, 16 de agosto de 2021

ABUELO Y NIETO

   


NIETO: ¡Soy un 'tiktoker'!

ABUELO: ¿Y eso qué es?

NIETO: Creo contenidos en Tik-Tok, una red social, y me he convertido en una celebridad.

ABUELO: Pues yo soy un 'tictaquer'...

NIETO: ¿Y eso qué es?

ABUELO: No puedo dejar de escuchar el maldito tic-tac de mi reloj interior.

martes, 10 de agosto de 2021

LA ESPIGA MÁS ALTA

 






Tan solo a ella,

a la espiga más alta,

pertenece esta luz.



Al atardecer, el fotógrafo, perdido en los trigales, capta esta instantánea. Contra un fondo ceniciento de espigas, todas iguales en su mediocridad, todas oscurecidas, el tallo de una más alta guarda el último vestigio esplendoroso de la luz que declina, un rayo que la dora. Rescatada por breves momentos del infierno de las sombras, candelabro encendido, antes madurará para el pan, para la siega. 

Tan solo unos pocos centímetros trazan la frontera entre el día y la noche.


viernes, 6 de agosto de 2021

SE EQUIVOCÓ LA PALOMA


 

No era la paloma de Kant, la que lamentaba no volar en el vacío ignorando que precisamente en la resistencia del aire sus alas encontraban el apoyo necesario para impulsarse. No. Era una atleta sin dudas metafísicas ni alteraciones de ánimo que había recorrido largas distancias y luchado contra el viento muchas veces en dura competición para ser la primera en llegar. Los poderosos músculos de sus alas se crecían en aquel combate con un aliado invisible y caprichoso que cambiaba de dirección sin previo aviso convirtiéndose en un enemigo imprescindible. La fidelidad de su brújula interior le aseguraba el rumbo.

Pero ahora, escuálida, en los huesos, extraviada,  como si regresara de una larga temporada sobrevolando un universo de agua donde las semillas y los insectos son un sueño imposible, náufraga de una violenta tempestad que había dispersado a toda la bandada antes de llegar a la meta, la paloma mensajera aterrizó donde pudo. Unos cuantos metros más y habría caído desplomada, mineral, definitivamente exánime.

La niña se la encontró en la terraza del bar, posada sobre la superficie metálica de la mesa, sin fuerzas para nada, vencida por el hambre y el cansancio. Se dejó acariciar, se dejó coger por aquellas manos asombradas, se dejó alimentar.  En poco tiempo recuperó su aspecto vigoroso pero algo había cambiado dentro de ella. No se había perdido, se había encontrado. Lo supo el día en que a picotazos trató de quitarse la anilla de la pata. La niña la ayudó a hacerlo.

Ya era una más de la familia ─la lástima abre muchas puertas─ y los parroquianos del bar la mimaban con la complacencia reservada a los supervivientes. Se encaprichó con las bolas de la mesa de billar, el instinto le susurraba arrullos, le brindaba calor de fertilidad cuando se asentaba sobre ellas, incubándolas. Sentía una curiosidad extraña por conocer el aspecto del polluelo que eclosionaría de la bola roja.


jueves, 29 de julio de 2021

EL INVENTOR QUE ENSEÑÓ AL RÍO A ESCRIBIR POESÍA

 

 


El titular que el poeta aficionado acababa de leer en el periódico despertó su curiosidad, como debe hacer todo buen titular.

Matteo Loglio, un joven experto en aplicaciones de IA (inteligencia artificial) había diseñado una boya llena de sensores que, lanzada a la corriente, traducía los datos ambientales en palabras y frases hasta componer un poema.  ¡Un río que escribe poesía! Fascinante. No sabía si era una buena o una pésima noticia.

Después de pensar un rato y tras conocer el primer resultado de tan novedosa experiencia ─un mediocre poema infestado de obviedades y tópicos─ concluyó que, pese a su buena intención, el invento era una más de esas herramientas digitales que idiotizan nuestra existencia. ¿Acaso el río, los ríos no han escrito siempre poesía en su idioma de agua y viento, con su música y sus susurros, sus irisaciones, su estruendo de catarata, su oleaje palpitante, su prisa y su calma, sus violentas crecidas, su flora y su fauna, sus diálogos con los árboles de la orilla y los melancólicos paseantes, su fluir inapelable hacia el mar? Poesía de torrente, de rápido, de garganta, de remanso, de meandro, de desfiladero, de delta, de estuario. Poesía sentenciosa y metafísica, la más sencilla y perfecta metáfora del tiempo, la materia prima de cualquier poema.

Sí, los ríos siempre han escrito poesía. No les hacen falta boyas ni inteligencia artificial. Lo que ocurre es que la mayoría de nosotros no nos paramos a escucharla.

El poeta respiró un poco más tranquilo, como si se hubiera producido un aplazamiento en la llegada inevitable del día en que las máquinas darían con el secreto de escribir buenos poemas.

viernes, 23 de julio de 2021

AIRE PURO

  






Así se la encontró, en la subida al monte, al borde del camino, cuidadosamente colgada de una ramita de la sabina. Eran los momentos más duros de la pandemia. Pensó que no se hallaba ante algo fortuito, que no se trataba de una pérdida sino de un abandono intencionado, de una liberación conseguida a base de esfuerzo. Que quien la había dejado allí deseaba que se supiese y que se convirtiese en signo de algo. Tal vez había tomado la decisión de no bajar nunca más a la llanura, donde todos los males son posibles.

Así es el fotógrafo aficionado, dispuesto siempre a descubrir un sentido donde quizá no haya más que azar. Y a fuerza de darle vueltas encontró tres buenas razones, que tenían que ver con el lugar de tan nimio hallazgo. 

Arriba, en todo lo alto, hay menos oxígeno (1), hay menos gente (2) y el aire es más puro (3). Escasez, soledad y pureza, tres buenas razones para prescindir de la mascarilla. Y el fotógrafo se sonrió orgulloso como si hubiera descifrado un enigma, como si acabara de construir tres pilares sobre los que sostener una nueva forma de vida.





martes, 20 de julio de 2021

LOS COLORES DEL PÁRAMO

 






Las flores que convienen

a la extensión desolada del páramo:

la cárdena del brezo,

la rosa desvaída del ocaso.






sábado, 17 de julio de 2021

TURISMO ESPACIAL

 


"A algunos les pesa tanto el cuerpo -que es el peso mismo de la vida- que están dispuestos a pagar una millonada por unos pocos minutos de ingravidez."

                                                                  (A. Cabal)

miércoles, 14 de julio de 2021

CORONACUENTOS (32): ALFA Y OMEGA

 

Cuando llegó a la última letra del alfabeto apenas se reconocía.

¿Qué había sido de Alfa, aquel joven ambicioso que venía dispuesto a comerse el mundo, a llevarse por delante  todo lo que se interpusiera en su camino? Ahora se había acomodado, confraternizaba con sus anfitriones y  ya no asustaba ni a los ancianos de las residencias. Estaba cansado de rodar y de mutar,  y le tocaba llamarse Omega, de modo que era el momento de la irrelevancia, de aceptar que había llegado el final de su relato.


domingo, 11 de julio de 2021

DEDALERA



Igual que la tristeza 

la dedalera

enlentece el latido

del corazón.


jueves, 8 de julio de 2021

EL GORRIÓN

 


La bandada se había congregado en la copa del plátano de sombra. Eran numerosos pero había sitio para todos en su ramaje abierto y denso de árbol al que no le faltaban ni el agua ni la buena tierra. El momento lo merecía: había regresado el hijo pródigo.

─¿Dónde has estado? ─le preguntaron.

─En el país de los jilgueros ─respondió.

Abrieron los picos para dejar escapar el asombro que se les había formado dentro como una bola de pan duro. Algunos comenzaron a chiar con voz monocorde e irritada.

─¡Silencio! ─exigió su madre─ Dejad que se explique.

─Quería aprender, por eso me fui.

─¿Y qué has aprendido, aparte de esos colorines horribles con los que te has teñido las plumas?

Por toda respuesta, el joven gorrión empezó a cantar. Sus trinos dibujaron un arcoíris de arpegios y esparcieron en el aire sucio del paseo notas de silvestre melancolía. 

─¡Basta, basta! ¡Traidor! ¡Qué te has creído! ¡Nos avergüenzas! ─menudearon los insultos, mientras algunos se lanzaban a picotazos contra él.

─Dejadlo ─ordenó el más viejo, un pardal de plumaje renegrido por el humo de las calefacciones. Y la bandada se dispersó como a toque de silbato.

Antes de que la punzada dolorosa de su futura soledad  empezara a atravesarle la garganta, el joven gorrión aún tuvo tiempo de escuchar:

─¡Acabarás en una jaula, como todos los de tu especie!

domingo, 4 de julio de 2021

LA FIRMA

   


En las eternas, tediosas tardes de clases teóricas en la Academia Militar, mientras el coronel instructor se extasiaba comentando los movimientos tácticos de Aníbal o Napoleón, mientras se extendía en glosar los principios básicos del arte de la guerra según Sun Tzu o Clausewitz, el cadete garabateaba una y otra vez en los márgenes de su cuaderno de apuntes los esbozos de la rúbrica que habría de adornar su futura firma. Buscaba un dibujo de rasgos  aristocráticos y afiligranados pero sin incurrir en el odioso amaneramiento, unos trazos capaces de ocultar las vergüenzas de sus orígenes y de proyectar la ambiciosa parábola de su destino. Se comportaba como tantos adolescentes en busca de identidad, enfrentados a esa trascendental empresa de dar forma definitiva a los signos que habrán de representarlos durante el resto de su vida.

Entonces no lo sabía ─¿o quizá ya lo intuía?─ pero aquel entrenamiento concienzudo habría de serle muy necesario cuando, ya anciano y aquejado de párkinson, tuviera que rubricar con trazos primorosos y todavía firmes sus últimas sentencias de muerte.


jueves, 1 de julio de 2021

TUTORES Y TUTORIALES

 








Los hay para todo y para todos. 

La Red está plagada de tutoriales que resuelven todas nuestras dudas. Una enciclopedia de saberes prácticos al alcance de cualquiera. Con ellos lo mismo puedes aprender a fabricar una bomba que a  realizar arreglos florales según el arte japonés del ikebana; a bordar en punto de cruz o a hacerte el nudo de la corbata; a educar a tu perrito para que haga sus necesidades adecuadamente, a construir una falsa pared, a injertar frutales, a dar tu primer beso de amor, a cocinar bacalao al pil-pil, a tocar el fliscorno o a meditar. Nada escapa a la sabiduría mostrenca que pulula por internet. Seguro que algún atrevido habrá colgado algún tutorial para aprender a vivir, aunque me temo que la vida es un regalo en el que se olvidaron de incluir el libro de instrucciones.

La etimología de esta palabra nos remite a 'tutor', término de rancio abolengo. Si le preguntamos a un educador por su significado nos respondería que es la persona que ejerce la tutela o que se encarga de orientar a los alumnos. El asunto cambiaría mucho si el interrogado fuera un hortelano. En este campo estaríamos hablando de una vara, palo, caña o estaca clavada junto a una planta para mantenerla derecha. Y si consultamos a un profesor de literatura amante de la horticultura, no tardaría en advertir la metáfora: en ambos casos se trata de ayudar a crecer para mejor dar fruto. Y en ambos casos el/la/lo tutorado suele llegar a ser más alto que el tutor.

Para rizar el rizo, anotemos que también hay tutoriales de cómo ser un buen tutor en once pasos y de cómo colocar bien los tutores de los tomates. Y hasta de cómo hacer un buen tutorial. ¡Viva el metatutorial!


(Por cierto, al fotógrafo horticultor no le vendría mal un tutorial de cómo "entutorar" los fréjoles: se le han desmandado).






sábado, 26 de junio de 2021

PISAR EL FUEGO


 

El joven periodista estaba empeñado en arrancarme el secreto y andaba detrás de mí, pegado a mis zancajos toda la tarde, desde que empezamos a preparar la leña de roble y prendimos con tiempo la hoguera para que, lentamente, se fuera aparejando el rescoldo.

Cuando llegó la medianoche, los más jóvenes pasaron las brasas con pasos firmes y medidos, aplastándolas en cada pisada como si estuvieran en el lagar, con la esperanza de cerrar el paso al oxígeno y a la lacerante quemadura. Cargaban a sus espaldas a un ser querido para que ese dulce peso aliviara el trance.

Cuando llegó mi turno, me descalcé, me remangué con parsimonia los pantalones y bailé una jota sobre aquella alfombra de ascuas al compás del gaitero. Todos los del pueblo esperaban ese momento, ya tradicional, corearon mi nombre y me jalearon con silbidos y aplausos. Ya no tengo la agilidad de antes pero salero no me falta.

El joven periodista se hartó de hacer fotos y, cuando la fiesta terminó, erre que erre, volvió a la carga. Se empeñó en invitarme.  A las claras se veía que pretendía emborracharme para que se me soltara la lengua. Yo me dejé: está feo despreciar un convite. Cuando supuso que ya estaba bien templado después de tanto morapio trasegado -era casi de madrugada- quiso darme la estocada:

-Bueno, Efrén, dime, ¿cómo haces para no quemarte?

-No tiene mucho mérito, chaval. Los viejos siempre tenemos los pies fríos.

No pareció muy satisfecho con la exclusiva.

martes, 22 de junio de 2021

CORONACUENTOS (31): EXTRAÑOS EN UN TREN

 

Se enamoró de los ojos de aquella desconocida que viajaba en el asiento de enfrente. Estaban sublimados por una luz tan alegre que casi daban ganas de llorar. La observaba de soslayo para no incomodarla pero le resultaba cada vez más difícil ignorar aquel imán donde iban a morir, entregadas y felices, todas sus miradas. Sobre la superficie azulada de la mascarilla   él le iba  dibujando mentalmente los rasgos que le faltaban: el perfil delicado -un poco japonés-  de la nariz, el abultamiento delicioso de los labios, la línea pura y ovalada del rostro. Era un juego que practicaba con mucha frecuencia y que, desgraciadamente, tenía los días contados: dentro de muy poco las mascarillas dejarían de ser obligatorias.

La mujer se removió en el asiento y se quitó los auriculares. Parecía molesta con algo, como si tuviera irritada la cara. Hizo ademán de retirarse la mascarilla.

-No, por favor, no lo hagas -suplicó él en silencio.

lunes, 21 de junio de 2021

viernes, 18 de junio de 2021

miércoles, 16 de junio de 2021

EL CONSENSO

 


CABAL.- Nuestros políticos han llegado a un acuerdo...

AGUADO.- ¡No me digas!

CABAL.- Sí, se han puesto de acuerdo en que nunca se pondrán de acuerdo en nada.

sábado, 12 de junio de 2021

POETA EXQUISITO

 


"Somos lo que comemos", oyó decir, y vio en esta frase el remedio a su frustración de poeta. A partir de ese momento solo se alimentó de corazones de ruiseñor y pétalos de rosa. La anemia nubló su espíritu crítico y se creyó un Rilke, un Valéry, un Juan Ramón. Pero su poesía no perdió mediocridad y, a cambio, se había instalado definitivamente en la cursilería.