miércoles, 14 de julio de 2021

CORONACUENTOS (32): ALFA Y OMEGA

 

Cuando llegó a la última letra del alfabeto apenas se reconocía.

¿Qué había sido de Alfa, aquel joven ambicioso que venía dispuesto a comerse el mundo, a llevarse por delante  todo lo que se interpusiera en su camino? Ahora se había acomodado, confraternizaba con sus anfitriones y  ya no asustaba ni a los ancianos de las residencias. Estaba cansado de rodar y de mutar,  y le tocaba llamarse Omega, de modo que era el momento de la irrelevancia, de aceptar que había llegado el final de su relato.


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