viernes, 26 de abril de 2024

PADRE E HIJO

 



Este mes de junio se cumplirán cien años de la muerte de Franz Kafka, uno de los autores esenciales del pasado siglo. Vivió apenas cuarenta años y su obra no es muy extensa, pero su impacto en la literatura posterior y en el imaginario colectivo es formidable. Sus fábulas, de una sencillez y una hondura atroces, aciertan a desvelar —con el acento propio de los antiguos profetas— los aspectos más inquietantes de nuestra época y los males que la acechan. Empeñada en imitar su arte, la realidad cotidiana que vivimos es cada vez más kafkiana, con su mezcla de absurdo, despersonalización y claustrofobia.

Unos de sus escritos más analizados —no se trata de una novela, sino de un texto confesional y autobiográfico— se conoce como la «Carta al padre» y está dirigida a su progenitor, Hermann Kafka, que no llegó a leerla, según cuenta su amigo y albacea Max Brod, el mismo que se negó a cumplir el deseo póstumo de Kafka de que toda su obra inédita fuera destruida. La carta comienza así:

«Querido padre: Hace tiempo me preguntaste por qué te tengo tanto miedo. Como siempre, no supe qué responder, en parte por ese miedo que me provocas, y en parte porque procede de muchos motivos, muchos más de los que podría contarte cuando hablo.» 


Cuando visité la tumba de Kafka en el sector judío del Cementerio Nuevo de Praga, al comprobar que compartía la sepultura familiar con su padre, imaginé un breve diálogo entre ambos:

HERMANN.— Me dice tu madre que me escribiste una carta muy larga que no me has entregado. Léemela ahora.

FRANZ.—Mejor lo dejamos. Vamos a tener que compartir habitación durante toda la eternidad.








lunes, 22 de abril de 2024

EL SIGLO DE ORO DE LOS LIBROS

 

En nuestro Siglo de Oro, el calzón de un labriego, el brial de una dama, los greguescos de un soldado, el herreruelo de un hidalgo, la sábana de un prostíbulo, la cortina de un palacio, el velo de una monja, el jubón de un cortesano, los harapos de una mendiga, los paños de altar, el mantel con manchas de vino, las galas de un difunto… acababan por ser ropa vieja que los traperos vendían para fabricar la pasta del papel. Sobre este sucio, humilde, reciclado y mestizo material se imprimieron las églogas de Garcilaso, las comedias de Lope de Vega, El Quijote de Cervantes, los aforismos de Gracián, los sonetos de Quevedo, las octavas reales de Góngora y la Noche oscura del alma de san Juan de la Cruz.  

De una u otra forma, antes igual que ahora, los libros están hechos del mismo tejido —confuso y deslumbrante— que la vida. E, igual que los vestidos, nos abrigan, nos acarician la piel, nos velan o nos desnudan, nos adornan, nos alegran, nos hacen soñar, expresan nuestro duelo, nos significan, nos permiten transitar la frialdad del mundo.

Esta es la maravillosa alquimia del libro y la literatura.


¡FELIZ DÍA DEL LIBRO!

sábado, 20 de abril de 2024

SEÑALÉTICA

 

Como en un libro de instrucciones, sobre el tronco de los pinos el ocioso paseante va leyendo señales que, a guisa de inexperto semiólogo de los bosques, trata de descifrar. Por su sencillo simbolismo pronto se familiariza con la mayoría de ellas: «Vas por buen camino», «No sigas por ahí», «Tuerce a la derecha», «Pista para bicicletas»…
















Pero hay una, enigmática en su simplicidad, consistente en un punto azul pintado sobre una herida del pino —un golpe de hacha o de azuela que ha arrancado la corteza y provoca un breve llanto de resina— que se le resiste.




Es una señal desagradable, ejecutada con crueldad —eso se percibe a primera vista—, y al alzar la mirada tronco arriba es fácil comprobar que todos los árboles que la portan parecen débiles o enfermos. Y entonces el signo nos entrega todo su significado: es una marca para el talador, una sentencia fatídica, el permiso para la motosierra.




También a la Muerte le resulta difícil orientarse en el bosque si no se van dejando señales como miguitas, si no se conoce el código.  




N.B.: ¿Y si el azar hubiera querido dejar la figura de una calavera en esta mancha?

martes, 16 de abril de 2024

LA NOVELISTA

 

Habían sido muchos meses de trabajo denodado, de incertidumbre, de desánimos ocasionales superados con la ayuda de su terapeuta. Pero todo había merecido la pena. Había escrito, según el contador de su procesador de textos, más de 150.000 palabras y acababa de poner la definitiva: FIN. Pulsó la tecla de imprimir y cuando la impresora escupió el último folio cogió el mazo, lo sopesó, lo acunó y se puso a leer lo escrito.

A medida que avanzaba en la lectura iba creciendo en ella la sensación de que el texto no le pertenecía, de que no había nada de ella en aquellas quinientas páginas. Se sintió como una madre primeriza con un recién nacido en brazos que tiene la sospecha de que, al devolvérselo desde la unidad de cuidados de neonatos, le han dado el cambiazo.

«Quizá he abusado de la IA», se dijo. Pero era una novelista milenial, una creadora de la generación Y, y pronto se rehízo:

—Te querré igual, aunque seas adoptado —concluyó mientras navegaba por la página de premios literarios buscando el mejor dotado.    

 

 


sábado, 13 de abril de 2024

LIBRO DE LOS MILAGROS (IV)

 




¿Qué hacen las ostras

con el dolor pequeño,

con el dolor intruso

de ese grano de arena?

Lo cubren con su nácar,

lo irisan de blancura

hasta formar la perla.

Así el poeta

y todos los que hacen

bello su sufrimiento.


(Probable poema de Virgilio Arancón en su Libro de los milagros)

 


martes, 9 de abril de 2024

DESCONFIANZA

 



Todas las mañanas, al ir a comprar el pan, sus ojos chocaban contra este lema pintado sobre el muro: "¡No confíes en nadie!" No era la mejor manera de empezar el día, desde luego: una advertencia demoledora, propia de alguien que ha roto su contrato con la vida, con el mundo, con la sociedad, cuya base es la confianza mutua. 

¿Quién podría estar tan desencantado como para predicar semejante consejo? No podía imaginar que el autor de la pintada fuera una persona mayor de treinta años y pensar que alguien tan joven pudiera estar tan cargado de pesimismo aumentaba su propia tendencia a la melancolía. Y así, había días en que se negaba a darle ningún valor a lo que estaba leyendo pero había otros en que le parecía que el anónimo consejero se había quedado corto y, mentalmente, de su propia cosecha, completaba la frase: "No confíes en nadie, ni en nada". Porque últimamente las cosas, infiltradas de una inteligencia tan artificial como potencialmente destructiva, tampoco son ya de fiar.

sábado, 6 de abril de 2024

ADIÓS A LA NIEVE

 




Adiós a la belleza efímera de la nieve de abril en la Laguna Negra, tan Verde ahora.






















miércoles, 3 de abril de 2024

MUSGO






Tenaz y austero,

en la quietud del bosque,

sobre la piedra el musgo,

vive su vida.

Si el invierno se alarga

o si la primavera

viene desaforada

poco le importa.

Verdea siempre,

indiferente,

a salvo de la prisa,

a salvo del peligro

hermoso de los cambios.



domingo, 31 de marzo de 2024

LIBRO DE LOS MILAGROS (III)

 


No hay milagro pequeño.

Tan admirables son

la ilimitada

armonía celeste,

su  perfecto engranaje,

como el incierto giro

del electrón.

El mismo asombro late

en el frenético

corazón diminuto

del colibrí

que en el corazón lento

de la ballena azul,

grande como un armario

colmado de deseos.


(Del inédito Libro de los milagros, del apócrifo Virgilio Arancón)


miércoles, 27 de marzo de 2024

DEFINICIÓN DEL FRÍO






En mitad de la nevada

no poder distinguir

los copos de los pétalos

que el viento arranca a los ciruelos;

en la casa sin lumbre

intentar escribir este poema

y descubrir que en los bolígrafos

la tinta se ha helado:

eso es el Frío en marzo.

domingo, 24 de marzo de 2024

EL DULCE NOMBRE DE MARÍA

 


—¡No me llames tanto! «María por aquí, María por allá. Oye, María. María, ven un momento. Hazme caso, María…» ¡Me vas a desgastar el nombre!

—Está bien, Mari.

—Ya empezamos.

Después fue Mar, luego Ma y más tarde resultó casi impronunciable: ya sólo la llamaba con un ruidito sin apoyo vocálico que sonaba a relamerse de gusto (Mmmm…) Finalmente, cuando el nombre se desgastó del todo como un caramelo en la boca, sucedió que el amor que él le profesaba se volvió indestructible, perfecto. Innombrable, inefable, como todo lo que más importa.


martes, 19 de marzo de 2024

UTOPÍA Y DESENCANTO

   

"Debajo de los adoquines está la playa".  

                                                                                            (Mayo del 68)




               "Debajo de los adoquines sólo estaban las cloacas".                                                                                                                   (Marzo del 2024)




viernes, 15 de marzo de 2024

DE UÑAS Y RAÍCES

 

En la campaña de una marca de cervezas, mediante la tecnología conocida como deepfake, que podríamos traducir como ‘mentira profunda’, se ha resucitado a una célebre artista folclórica  dando vida a su imagen y haciéndola hablar con su voz y su acento. 

(¿Es esta la clase de macabra inmortalidad que nos promete el futuro? ¿Nos harán decir lo que no hemos dicho, hacer lo que no hemos hecho?)

Entre las perlas de sabiduría que desgrana su voz de ultratumba nos ha llamado la atención esta: «Manosea tus raíces…» No hay que ser ni un jardinero experto ni un horticultor veterano para saber que si queremos que una planta arraigue lo último que debemos hacer es manosear las raíces: sus delicadísimos filamentos, que tanto contribuyen a obrar el milagro de pasar de lo inorgánico a lo orgánico, no toleran manoseos, tejemanejes ni exposición prolongada. Padecen fotofobia y desean que se las deje en paz para regresar cuanto antes a la tierra y a la oscuridad que es su natural elemento.



En una encomiable muestra de coherencia en el relato, la misma empresa exhibe en mupis y marquesinas un gran cartel publicitario en que una mano parece ofrecernos un botellín de una cerveza tremenda. Una ojeada rápida nos descubre que el extremo de las uñas de esa mano aparece orlado con un ribete de suciedad que muy bien podría proceder del hecho de haber estado excavando en la tierra para hurgar en las raíces. Uñas de agricultor, de mecánico, de jardinero… La reivindicación del trabajo manual, del oficio pegado a la esencia, diríamos.

Pero si aguzamos más nuestra mirada quizá lleguemos a la conclusión de que esta aparente suciedad también es engañosa, demasiado regular, coloreada de verde, superficial, y más bien se trataría de una nueva tendencia para pintarse las uñas.

Hemos llegado a unos niveles de sofisticación en la falsedad que apenas queda espacio para que pase la luz. 


N.B. La campaña publicitaria ha resultado muy exitosa y no nos extrañaría que acabara siendo objeto de análisis y estudio en las escuelas de negocios y en las disciplinas de ciencias de la imagen y la publicidad.  

domingo, 10 de marzo de 2024

JUEGO DE NIÑOS

 


                                                                                                        "Juego de niños" Pieter Brueghel el Viejo




JUEGO DE NIÑOS

 

Por fin es mía la mirada

de Pieter Brueghel el Viejo

desde esa altura indefinida, ese leve picado

que acaso conceden los años,

la veladura otoñal del amarillo,

una luz de manzanas ya maduras

sobre la plaza pululante

de niños prematuramente viejos

como afectados de progeria,

eternamente condenados

a ocupar un lugar en ese lienzo,

en una extraña villa sin adultos,

quietos en su vertiginoso

retozo, un repertorio de brincos y carreras,

de cabriolas y luchas, de equilibrios y máscaras,

que a nada ya conducen,

como el recuerdo añejo de un placer

hundido en lo más hondo del olvido,

niños añosos que ocultan su rostro

bajo toscos costales de cereal,

y es también mío

ese triste torpor o esa renuncia

a vivirme otra vez en la alegría

sencilla de los juegos, viejo para animar

muñecas y pelotas que yacen en las manos

dormidas, como solo saben dormir

las manos en los cuadros, ceremonias

copiadas en la iglesia, parodiadas

en altares herejes,

muchachos y muchachas que se esconden

para seguir jugando a los abrazos,

que se bañan oscuramente desnudos

en un rincón mal definido,

y también ese niño que tanto te recuerda

trepando a un árbol, a la orilla

de un río perezoso,

detalles que no pueden ampliarse

sin perder nitidez, sin volverse una mancha

que el interés derrota,

un aro o un tonel, una peonza

que rodarán ya fuera de la escena,

en una tentativa que no nos pertenece,

ese impulso de fuga

-que el autor antepone a cualquier evasión-

de la calle que angosta su futuro

y acabará por ser un solo punto

donde el tiempo condensa

la energía terrible de sus pérdidas.


                                                        (De El largo día del niño)

miércoles, 6 de marzo de 2024

lunes, 4 de marzo de 2024

jueves, 29 de febrero de 2024

29 DE FEBRERO

 





Soy un día raro y me hago de rogar. Estoy hecho con sobras de otros años, con retales de órbitas, con tiempo reciclado. Durante cuatro años he ido ahorrando minutos para llegar a ser un día, para ganarme en el calendario ese sitio que me niegan. Pero puedo ser alegre, como el traje de recortes de colores de un payaso. Y ese sol, que me hurta la existencia tres veces de cada cuatro, hoy me bendice con su luz, más hermosa por más difícil, por más deseada.

Aquí estoy, tan feliz, portando en la solapa este ramito del primer azahar que me regalan los naranjos.

 

martes, 27 de febrero de 2024

LA TRISTEZA DEL RELOJ

 




Cuánto nos gustaría

poder decir

como el reloj de sol:

Yo sólo cuento

las horas soleadas.



viernes, 23 de febrero de 2024

IRIS

 


Sentado sobre su trono infernal, Mefistófeles, el viejo embaucador, comisionista de la perdición, se lamenta como un anciano obsoleto y añora los tiempos pasados, cuando el negocio de comprar almas reportaba sustanciosas plusvalías:

—Antes los hombres se estimaban en mucho, eran conocedores de su valor. Para que hubiera trato tenías que apostar fuerte y prometer la eterna juventud, la sabiduría, tesoros fabulosos, un amor inalcanzable, el poder omnímodo, una ciudad maravillosa o que un instante de esplendor no acabara nunca. Aún así, había quien se negaba al trueque. Ahora los jóvenes hacen cola delante de una máquina para vender su iris —su mirada, la puerta de su ser, lo que los hace únicos: su alma— por unas pocas monedas virtuales de dudoso valor. Mi sagrado oficio ya no tiene sentido.

 


lunes, 19 de febrero de 2024

EN DEFENSA DE LA VELETA

 




Estoy harta de que me llaman falsa, voluble, chaquetera, mentirosa. ¡Pero si yo no cambio de opinión!

Sólo hago bien mi trabajo: marcar la dirección del viento.


miércoles, 14 de febrero de 2024

PERRO MUNDO


Informe Clasificado del agente especial 375/WQ  (alias “Doggy”)

 

Asunto: Observación prevalencia especie.

Lugar: Paseo Marítimo

Trayecto: 3,5 Km

Duración observación: 45’

19,30 horas, 3 de octubre 2023, 22⁰

Cuenteo final: Perros: 14 /Niños menores tres años: 1


¡¡¡Ganamos por goleada!!!  ¡¡¡El futuro es nuestro!!! 

sábado, 10 de febrero de 2024

MIEL

 


Si indagas mucho 

en la dulzura de la miel 

acabarás sabiendo 

que es vómito de abejas.

Mejor, haz lo que el niño:

mete el dedo en el tarro.

Y golosea.


(Poema-proverbio atribuible a Virgilio Arancón)

miércoles, 7 de febrero de 2024

EN FLOR

 




Atravesamos

un tiempo de destiempos,

de flores prematuras

que no prometen fruto.

sábado, 3 de febrero de 2024

LIBROS


Ya no podía leer. Su memoria era tan efímera que no le permitía unir una palabra con la siguiente para formar una frase. Pero seguía teniendo libros en la mesilla de noche. Le gustaba acariciarlos, olerlos, los abría como quien abre un regalo incomprensible y extrae de él una forma dulce de consuelo.

Había olvidado muchas cosas pero recordaba que en ellos, alguna vez, habitaron sus sueños.


martes, 30 de enero de 2024

LA FAMILIA SPIRARE (II): ESPIRAR Y EXPIRAR


Dos palabras tan parecidas y tan diferentes: espirar y expirar.

Sólo una letra separa la vida de la muerte. Y si las pronunciamos descuidadamente llegan a confundirse.

sábado, 27 de enero de 2024

CLÁSICOS

 

Al profesor de Literatura jubilado le corroe la pena de comprobar que ya nadie lee a los clásicos, que ya nadie los respeta, que se los considera aburridísimas antiguallas de las que hay que preservar a niños y adolescentes para que no lleguen a odiar la lectura. Por eso, la frase que ha cazado al vuelo al cruzarse en la calle con un padre y con su hija ha sido como una inyección en vena de una dosis de optimismo. La niña —trenzas largas, cara avispada, manita agarrada a la de su padre— ha proclamado:

              —Pues a mí me gusta mucho Quevedo.

Ya en casa, el profesor apenas podía ocultar su alborozo. Hasta su hijo, que le presta tan poca atención habitualmente, ha notado su cambio de humor y le ha preguntado los motivos de su exaltación.

              —Los clásicos, hijo, los clásicos. Se está volviendo a ellos. En realidad, nunca se han ido. No todo está perdido. Hoy creo en Dios. ¡Viva el canon!

              Su hijo lo ha mirado alarmado, como se mira a quien está sufriendo un episodio de demencia senil.

              —A ver, explícame eso —le dice, temiéndose lo peor.

              Cuando su padre le cuenta, el hijo lo contempla con una mezcla de lástima y de socarronería.

              —No estás al día, papá. Teclea Quevedo en Google, anda. No quiero ser yo quien te amargue la mañana.

              El profesor no sale de su asombro. La palabra Quevedo acumula más de 54 millones de resultados en el buscador de internet. Y él sin enterarse: ¡Quevedo es "trending topic"! Pero su entusiasmo dura muy poco. Todas las primeras páginas están copadas por una noticia sensacional: «Quevedo, el cantante de reguetón que alcanzó los primeros puestos en la lista de las canciones más escuchadas, ha anunciado su temprana e inesperada retirada: "No soy una máquina", ha escrito por toda explicación a sus seguidores en su cuenta de X.»

              El profesor, hundido en la miseria, se refugia en su biblioteca. Coge el tomito de Clásicos dedicado a don Francisco de Quevedo y Villegas y se enfrasca en la lectura de sus poemas metafísicos. Entre verso y verso, la cara compungida de la niña se le aparece como el oráculo siniestro de un futuro dominado por la ramplonería.


martes, 23 de enero de 2024

PREGUNTAS INCÓMODAS

 


UN SOLDADO ISRAELÍ SE HACE INCÓMODAS PREGUNTAS

 

Si cegamos los ojos de los niños

con el blanco resplandor de las bombas,

¿cómo les pediremos, cuando crezcan,

que vean con ojos limpios

la radiante sonrisa de la paz?

Si infectamos el aire

con gases venenosos,

con gases que producen lágrimas,

¿qué van a respirar

las rosas, las higueras, los caballos?

Si cercamos su vida de alambradas,

¿a quién extrañará que la inocencia

se les convierta en ira?

Si en las camas solo yacen

las ruinas, los escombros,

¿dónde conciliarán los sueños

que los mantienen vivos?

Si aplastamos con nuestras botas de soldado,

con las orugas de los tanques,

el rostro de las muñecas,

¿cómo exigirle a la esperanza un arcoíris?

Si retorcemos las palabras

hasta hacerlas sangrar,

¿quién podrá escribir un poema que no duela?

Si espantamos el vuelo de los pájaros

con el trueno feroz de nuestros bombarderos,

¿cuándo volveremos a escuchar sus cantos por el cielo?

Y si sembramos con las semillas del odio

los campos del futuro,

¿cómo esperar que en ellos nazcan

las doradas espigas del amor?

  

¡Qué amargo aceite darán estos olivos,

qué pálida fruta los naranjos,

qué tristeza en las alas de la paloma,

qué escasa esta estrecha tierra

para tantos muertos!

 

domingo, 21 de enero de 2024

ÁRBOL BLANCO

 


¡Qué hermosa esta mañana

la desnudez del árbol!

¡Qué frágil luz

viste sus ramas yertas!









martes, 16 de enero de 2024

UNA CALLE DE MOSCÚ








-Mira, Tonya, los Urales.

Pero en realidad lo que el espectador veía en la pantalla era el Moncayo.

Casi todo era falso en aquella película. Un actor egipcio interpretaba el papel de un médico moscovita y su amante estaba representada por una actriz inglesa. La estepa rusa había sido rodada en los campos de Gómara y el Moncayo debía pasar por los Urales. Ni siquiera la nieve era auténtica: aquel invierno no nevó en Soria y tuvieron que simularla con sal y polvo de mármol. Un enorme decorado de tramoya reproducía, en un barrio de Madrid, una calle de Moscú.

Pero sí hubo una cosa muy auténtica: la emoción con que algunos de los figurantes, simpatizantes comunistas clandestinos, entonaron a voz en grito La Internacional en plena dictadura franquista aprovechando el rodaje de una escena que recreaba una manifestación proletaria en la época de la Revolución Rusa. 

La pequeña verdad que late siempre, clandestina, en el corazón de las grandiosas mentiras.

sábado, 13 de enero de 2024

LA FAMILIA 'SPIRARE' (I): CONSPIRAR

 

Todas las palabras están hechas de aire, pero estas más.

Los vástagos de la familia léxica que hoy nos ocupa, las ramas de este frondoso árbol, han emprendido en algunos casos caminos muy diversos; en otros no se han apartado mucho de la tradición y han conservado rasgos comunes de su origen. Los miembros de esta familia, salvo error u omisión, son: Aspirar, Conspirar, Espirar, Expirar, Inspirar, Respirar, Suspirar y Transpirar. Todos ellos proceden de una palabra latina Spirare (echar aire, soplar) y en su ADN la idea de aire, soplo o respiración está más o menos explícita. El más díscolo, el que más lejos ha llevado su rebeldía hasta resultarnos difícil relacionarlo con los demás es Conspirar (literalmente, respirar junto a otras personas) que, renegando de su significado etimológico y quedándose solo con su interpretación metafórica ha pasado a referirse a “unirse o ponerse de acuerdo para rebelarse o para hacer daño”; es como si los conspiradores estuvieran tan cerca unos de otros que compartieran el mismo aire o que unos inspiraran el aire que  los otros espiran. Si en lugar de aire ponemos mensajes, fotos, memes, textos y demás contenidos de las redes sociales tendríamos una aproximación muy actual al origen y propagación de las ideas conspiranoicas.

domingo, 7 de enero de 2024

AL FIN, LA NIEVE






Necesitabas

subir hasta la nieve,

hasta su altura hospitalaria.

Necesitabas

calentarte las manos

con su frío encendido,

escuchar la voz limpia

de los arroyos nuevos,

volver a descubrir

la extrema sencillez.

Necesitabas

regresar al enigma

antiguo del silencio.