sábado, 29 de octubre de 2022

RESILIENCIA

 



No se resigna a morir 

el viejo chopo, y talado 

se inventa otra existencia 

más modesta y más joven.



miércoles, 26 de octubre de 2022

jueves, 20 de octubre de 2022

HOJAS ROJAS





"...Y entonces asistieron a un extraño fenómeno. Clavadas en una tierra empapada de sangre, las raíces de los árboles condujeron esa humana linfa hasta las hojas y nada pudo contra su ardiente color el verde de la clorofila..."

En Ucrania los árboles tienen las hojas rojas  aunque no sea otoño.

viernes, 14 de octubre de 2022

PATIO DE JUEGOS

 

Recostado contra el poste de la canasta, de cara al grato sol de octubre, el maestro de educación física observa a sus alumnos. Ha dividido al curso en dos grupos: unos son cazadores y otros animales: hay una jaula y una puerta pintadas con tiza en el suelo. El juego funciona solo, los niños se están implicando sin reservas como suelen hacerlo a esa edad y el maestro se deja acariciar por los rayos templados. Una cosa perturba mínimamente su placidez. Al fondo del patio Mateo da patadas a una pelota contra la pared: no está castigado, se ha negado a participar. «No quiero ser ni animal, ni cazador», ha objetado. Ha resultado imposible convencerlo.

«No lo entiendo: ni siquiera lo estoy obligando a jugar a guardias y ladrones, como cuando yo era niño. Ofendidito. Menos mal que me he traído las gafas, este sol sí que ofende la vista”, piensa el maestro.

lunes, 10 de octubre de 2022

OTOÑO PEQUEÑO

 











En las hojas rojizas

de los arbustos

muestra el otoño

el íntimo fulgor

de lo pequeño.

sábado, 8 de octubre de 2022

DULZOR

 




Los mirlos y las avispas aún no se lo creen. 

Este año los racimos han enverado, alcanzando el color de la madurez. Y las uvas -algo inaudito en estas altas tierras- tienen el grado exacto de dulzor que era una delicia solo disfrutada en el relato de quienes viven en otras latitudes. 

Así el cambio climático trata de ganar adeptos endulzando el desastre.

domingo, 2 de octubre de 2022

"LO COMPRO"

 

“Eso te lo compro”. “Eso otro no te lo compro”.

No estamos en un bazar, ni en un mercadillo persa, ni en el rastro. Es una tertulia televisiva y en plena —e impostada— refriega dialéctica alguno de los asistentes lanza estas frases que recientemente se han infiltrado en el lenguaje de los medios como una marca de estilo o una infección: sirven para mostrar acuerdo o desacuerdo con lo que ha dicho otro de estos prolíficos y ubicuos “todólogos”.

El lenguaje es sintomático y ahora todo está sometido a la tiranía del mercado y a la lógica de la compraventa. Las relaciones y afectos están mercantilizadas, el arte está mercantilizado, la medicina está mercantilizada, igual que la guerra, las materias primas o el periodismo. Así que no es de extrañar que  en este continuo trapicheo de palabras en que se han convertido muchos programas de televisión y radio, las ideas, los argumentos, las opiniones en lugar de aceptarse o rebatirse, en vez de suscribirlas o refutarlas se compren o no se compren. 

Lo que nunca se dice es el precio que se está dispuesto a pagar por ellas.