sábado, 13 de enero de 2024

LA FAMILIA 'SPIRARE' (I): CONSPIRAR

 

Todas las palabras están hechas de aire, pero estas más.

Los vástagos de la familia léxica que hoy nos ocupa, las ramas de este frondoso árbol, han emprendido en algunos casos caminos muy diversos; en otros no se han apartado mucho de la tradición y han conservado rasgos comunes de su origen. Los miembros de esta familia, salvo error u omisión, son: Aspirar, Conspirar, Espirar, Expirar, Inspirar, Respirar, Suspirar y Transpirar. Todos ellos proceden de una palabra latina Spirare (echar aire, soplar) y en su ADN la idea de aire, soplo o respiración está más o menos explícita. El más díscolo, el que más lejos ha llevado su rebeldía hasta resultarnos difícil relacionarlo con los demás es Conspirar (literalmente, respirar junto a otras personas) que, renegando de su significado etimológico y quedándose solo con su interpretación metafórica ha pasado a referirse a “unirse o ponerse de acuerdo para rebelarse o para hacer daño”; es como si los conspiradores estuvieran tan cerca unos de otros que compartieran el mismo aire o que unos inspiraran el aire que  los otros espiran. Si en lugar de aire ponemos mensajes, fotos, memes, textos y demás contenidos de las redes sociales tendríamos una aproximación muy actual al origen y propagación de las ideas conspiranoicas.

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