1. Se sentía muy desdichado
porque era incapaz de recorrer la distancia ─algunos decían que era muy corta
pero a él se le antojaba infinita─ entre ser afortunado y ser feliz.
2. En el mundo mineral
sería piedra pómez: en el mundo vegetal sería madera de boj. El caso era llevar
siempre la contraria. Flotar cuando no se espera eso de ti, hundirte cuando no te corresponde
por naturaleza.
3. Era un círculo, la
forma perfecta, con sus puntos equidistantes de un centro, con esa habilidad
para rodar y para deslizarse que tantos envidiaban. Pero estaba condenado a la
soledad, solo podía tener un único, inestable punto de contacto con otras
figuras. Por eso anhelaba la irregularidad, ser esa pieza de un rompecabezas
llena de curvas excéntricas que encaja milimétricamente con otras para formar un
hermoso mosaico.
(Del carnet de apuntes de Mateo Ortiz)
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