El mismo cielo, desde el mismo lugar, a la misma hora.
Con solo cambiar la dirección de la mirada, el fotógrafo obtuvo imágenes de sugerencias contradictorias.
Hacia el mar, la serenidad, la placidez, la armonía.
Alguien parece caminar sobre las aguas. Una gaviota solitaria, apenas un punto sobre una roca que aflora, parece absorta frente a la grandeza del horizonte:
Hacia la tierra, nubarrones dramáticos que sugieren una boca a punto de devorar unos árboles desnudos, un gran pez extraviado en el cielo de la tarde:
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