martes, 3 de abril de 2018

VIRAL









      La ignorancia de la etimología nos protege del ridículo o del despropósito. La venganza de la etimología perfecciona a veces el difícil arte del sarcasmo.

  El adjetivo 'viral', tan empleado en los últimos años y que asociamos casi irremediablemente a la expresión 'se ha vuelto viral en internet o en las redes sociales', hace referencia a la propagación rápida y multitudinaria de cualquier contenido digital, como si de un contagio imparable se tratara. Quien imaginara tal uso metafórico para esta palabra (tuvo que haber alguien que fuera el primero, aunque rara vez en la historia de la lengua podamos atribuir autorías individuales), probablemente no tuvo el menor propósito de criticar  este fenómeno tan sintomático de nuestro tiempo. Pero lo cierto es que 'viral' procede de 'virus' que en latín significaba 'ponzoña', 'veneno'. Una  gran fidelidad a la etimología, también dentro del campo de la informática, se observa, sin embargo, en el empleo de 'virus' con la acepción de programa informático que se trasmite contra la voluntad del usuario y es capaz de interferir en el  buen funcionamiento del los ordenadores.

     De los tres adjetivos derivados de virus (virulento, vírico y viral) solo el último parece haberse librado de sus connotaciones malsanas al haber sido adoptado por la modernidad tecnológica. Es más, 'viral' ha sido capaz de invertir su destino de palabra asociada al veneno y a la enfermedad pues en nuestra sociedad adoradora de la cantidad, aplicarle a cualquier sustantivo este calificativo es aureolarlo y conferirle la condición de célebre, popular, exitoso en grado superlativo.

     Quizá no estaría de más regresar un poco a la etimología y considerar lo que de tóxico y enfermizo, por cuanto nos habla de la facilidad para infectar nuestras conciencias, tiene la difusión descontrolada ('viral') de cualquier material (fotografía, vídeo, texto) sin filtros de calidad ni veracidad, impulsado tan solo por tendencias que en muchas ocasiones reflejan lo menos recomendable de nosotros mismos.


     ¿Qué pasaría si de un comentario, de un "meme" o de un videoclip dijéramos que se ha vuelto vírico o virulento? Tal vez estaríamos desenmascarando su verdadera naturaleza mórbida.


No hay comentarios:

Publicar un comentario