La crueldad de abril, que T. S. Eliot convirtió en proverbial en su poema, se manifiesta en sus formas más humildes, disfrazada de costumbre, de oficio, de necesidad. Una semana de calor ha convertido los parterres del parque en una fiesta. Las flores del diente de león crean galaxias sobre el verde lustroso del césped. Pero, citando el conocido sintagma de Wordsworth, "el esplendor en la hierba" dura muy poco. Mañana pasará el tractor cortacésped y dejará el parque rapado. Mañana rodarán todas las florecidas cabezas de tanta mala hierba. No llegaremos a ver la etérea, portentosa geometría de los vilanos.
Abril es el mes más cruel: engendra
lilas de la tierra muerta, mezcla
recuerdos y anhelos, despierta
inertes raíces con lluvias primaverales.
(T. S. Elliot, La tierra baldía)
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