lunes, 30 de abril de 2018

LA CRUELDAD DE ABRIL




La crueldad de abril, que  T. S. Eliot convirtió en proverbial en su poema, se manifiesta en sus formas más humildes, disfrazada de costumbre, de oficio, de necesidad. Una semana de calor ha convertido los parterres del parque en una fiesta. Las flores del diente de león crean galaxias sobre el verde lustroso del césped. Pero, citando el conocido sintagma de Wordsworth, "el esplendor en la hierba" dura muy poco. Mañana pasará el tractor cortacésped  y dejará el parque rapado. Mañana rodarán todas las florecidas cabezas de tanta mala hierba. No llegaremos a ver la etérea, portentosa geometría de los vilanos.













                                                                         Abril es el mes más cruel: engendra 
                                                                         lilas de la tierra muerta, mezcla
                                                                         recuerdos y anhelos, despierta
                                                                           inertes raíces con lluvias primaverales.

                                                                                                  (T. S. Elliot, La tierra baldía)

viernes, 27 de abril de 2018

TEST MoCA



            -...Y ya para terminar repita conmigo: "El colibrí ha puesto sus huevos en la arena".

            -"El colibrí ha puesto sus huevos en la arena".

            -Perfecto. Esto es todo. Enhorabuena.

            El paciente, ufano, apretó con fuerza la mano del psicólogo y se compuso el pelo ralo y pajizo sobre el cráneo al abandonar la consulta.

        Su mente preclara priorizó. Nada en el mundo era más importante. Los demás asuntos, por graves o urgentes que fueran, podían esperar: "Malas noticias para quienes desearían que no estuviera capacitado. Acabo de superar el test.", tuiteó ufano desde el cómodo sillón del Salón Oval. Sobre el escritorio, nunca a más de tres metros de él, descansaba, no exento de zozobra, el pesado maletín nuclear.

miércoles, 25 de abril de 2018

... PERO ES TAN BELLA Y DULCE CUANDO LLEGA


 "... En la estepa
 del Alto Duero Primavera tarda, 
¡pero es tan bella y dulce cuando llega!"
                                           
                                            (A. Machado) 


















Han bastado tres días de alegre sol para que la Tierra, agradecida, haga florecer los árboles de la ciudad con todo el deseo acumulado durante el largo invierno.

lunes, 23 de abril de 2018

VILLALAR


Eran un pueblo viejo, de una sabiduría enigmática y desconcertante: celebraban por todo lo alto el día de la derrota definitiva, cuando fueron despojados de su identidad.
                                                                                                                                                         (A. Cabal)

                                   



sábado, 21 de abril de 2018

CAMPANAS AL VUELO





Hoy han vuelto a sonar las campanas en muchos lugares de Europa tañidas a la vieja usanza, manualmente, liberadas de esos horribles motores eléctricos sin alma, sin pulso, sin emoción. Los que tuvimos una infancia pautada por la voz de las campanas sabemos cuánto y cómo ungían el tiempo de significados y hacían del aire un libro de horas. El fragmento  del poema que reproduzco se nutre de mis recuerdos de niño subido a un campanario. A este campanario.







Subir al campanario era ascender,
acercarse al destino de los pájaros,
elevarse  sobre
la pequeñez del pueblo, la pequeñez del mundo (...)
Tan solo las cigüeñas en su nido
reinaban por encima.
Vagaba tu mirada sobre el paisaje extenso
hasta el confín del llano, más allá de ese cerco
de encinas en rebaño que rodean el término (...)
Ebrio de lejanías,
no pensabas en nada, ni tenías noticia
de otras vidas posibles. Tan solo te dejabas
flotar sobre la bruma como pluma de pájaro
que olvidó su misión. Te sentías ligero,
con la conciencia tenue, tan próximo a ese hueco
que se colma de olvido.



Mas no estabas allí para mirar.
En tus manos de ardilla habían depositado
el terrible albedrío que gobierna
la vida de los hombres, la llamada
que convoca al bautizo, que acompasa
la cuenta atrás de los agonizantes,
que previene del nublo y el pedrisco,
que alerta cuando el fuego
devora las cosechas y calcina las casas.
La exaltación y el llanto,
el gozo y la catástrofe, la devoción y el luto
se pronunciaban siempre
a golpes de badajo.
La voz de las campanas se imponía
sobre el bullicio grande de las fiestas,
derramaba sus lágrimas de bronce
en el miedo profundo de la noche de ánimas,
cortejaba a los muertos
en su último viaje al cementerio
y volteaba el lento corazón
de los ancianos tristes
con el toque de gloria o de clamor.





jueves, 19 de abril de 2018

ANUNCIOS CLASIFICADOS




     Hubo un tiempo en que los anuncios clasificados o anuncios por palabras constituían una de las secciones más leídas de los periódicos. Hoy, ante el empuje imparable de lo digital y de sus aplicaciones instantáneas para este tipo de transacciones entre particulares, han sufrido un notable ocaso. Perviven, sin embargo, en algunas publicaciones, como en el quincenario gratuito del que he espigado los tres anuncios que copio abajo, elegidos por algún sesgo oculto de mi imaginación de entre las ofertas de armarios, cunas de bebé, cajas de seguridad, remolques, percheros, bañeras, botas de esquí, pérgolas, videojuegos y muchos automóviles.








     Mucho antes de que surgieran todas las variantes de la microliteratura, los anuncios clasificados, igual que los telegramas, ya habían recorrido este camino. El límite de su extensión era en este caso una exigencia de espacio y de dinero -se pagaba por palabras- y ello conducía a una economía radical de medios. Decir mucho con muy poco. Ya Hemingway ahondó en las posibilidades narrativas de este subgénero desdeñado. Cuando le retaron -o se retó a sí mismo, tanto da- a escribir una historia completa en muy pocas palabras (seis en su versión en inglés) produjo este texto usando el formato de los anuncios: Se venden zapatos de bebé sin usar.

     Sin llegar a la potencia sugeridora del ejemplo de Hemingway, el anuncio de la venta de un nogal abatido por la nieve también abre preguntas y posibilidades más allá de la propia y poderosa imagen del árbol vencido por la tormenta. ¿Quién puede estar interesado en comprarlo? ¿Qué se va a hacer con él, leña o madera? ¿Si madera, cuál será su destino final?

     Los otros dos nos sumergen de lleno en el inquietante mundo de los vestidos ya usados, trajes de ceremonia o fiesta en ese caso, despojos de unos momentos de plenitud y exaltación ya pasados. La pasión que rodeó su compra se ha transformado en melancolía. Y quien los adquiera no podrá fácilmente eludir esas adherencias que dejamos en la ropa. Estos anuncios también nos hablan de dificultades económicas, de la imposibilidad de repetir lo excepcional. Y luego están esas dos palabras, una en cada anuncio, que parecen puestas por sabio narrador. Me refiero a "almirante" en el traje de primera comunión (un almirante en miniatura, almirante por un día en mitad del páramo mesetario) y ese adjetivo "eléctrico" aplicado al color del traje y que, más allá de su carácter descriptivo, nos transporta al frenesí de la fiesta.

        Detrás de cada una de estas ventas parece estar acechando alguno de los múltiples rostros de la pérdida.

martes, 17 de abril de 2018

PRIMAVERA TARDA...



En estas tierras altas y frías la primavera es un acto de fe. Por eso nuestro homenaje de hoy a la primera flor del pruno. Toda una pionera.



sábado, 14 de abril de 2018

TRES CORAZONES





     Con un corazón amaba. Con otro odiaba. Usaba el tercero, el más poderoso, para ejercitarse en la indiferencia. Y, además, su sangre era azul.

    Las ventajas de ser un pulpo.

domingo, 8 de abril de 2018

CARROÑA



El fotógrafo, animado por la generosidad de las lluvias que habían acabado con una larga temporada de sequía, viajó hasta la hondonada donde, años atrás, hubo una laguna. Confiaba en que el humedal hubiera vuelto a renacer y hubiera recuperado el bullicio de las aves acuáticas que antaño, antes de la desecación, se congregaban allí y se entregaban a sus ritos de cortejo que llenaban la comarca con el bullicio primaveral de los cantos nupciales, su batir de alas, sus divertidas inmersiones. Pero sus esperanzas se vieron frustradas: la sed acumulada por la tierra era tan grande que el agua solo rebosaba en pequeños charcos. Ni ánades, ni somormujos, ni garzas, ni garcillas ni garcetas. Solo una vulgar cigüeña a lo lejos, entre las vacas que pastaban.






En el camino del observatorio de aves, vio algo que preferiría no haber visto y que quizá no debería haber fotografiado. Pero su cámara estaba hambrienta y tenía una tarde extraña, truculenta. La carroña del ciervo resultó una atracción fatal, morbosa, para el objetivo. Desecada y eviscerada, sin olor, como una momia conservada entre las arenas ardientes de Atacama.

Al fijarse con más atención, el corazón del fotógrafo se sobresaltó: el ciervo había sido decapitado. ¿Es posible que alguien hubiera matado aquel hermoso ejemplar, aquel orgulloso rey del bosque, por el obsceno capricho de usar su cabeza como trofeo? 





Hay tardes empeñadas en negarnos su belleza, en hacernos crudamente impactante la miseria moral del ser humano.


Recuerda lo que vimos, alma mía,
esa bella mañana de verano tan dulce:
a la vuelta de un sendero una carroña infame
sobre un lecho sembrado de guijarros,
con las piernas al aire, como una mujer lúbrica,
ardiente y sudando los venenos,
abría de manera negligente y cínica
su vientre lleno de exhalaciones...

(Une charogne, Les fleurs du mal, Baudelaire)

viernes, 6 de abril de 2018

EL LOBITO BUENO


Resultado de imagen de lobos







     Su caso debería estudiarse en todas las escuelas donde se preparan los futuros asesores de imagen. 

     ¿Cómo han conseguido apropiarse del relato, hacerlo suyo, transformarlo en beneficio propio?  El otro día hubo una numerosa manifestación para reivindicarlos. Han conseguido pasar de ser verdugos a víctimas, de provocar rechazo y miedo a suscitar piedad y ternura. Y sin usar internet.  Deberían los políticos aprender de ellos, de su habilidad para hacer virar bruscamente la opinión pública, para travestirse en su contrario. 

       Me refiero a los lobos, sí, esas bestias malvadas de los cuentos infantiles. Ahora hay  activistas que luchan por evitar su extinción, aunque sea al precio del sacrificio de las pacíficas ovejas, y padres que reclaman en los juzgados el derecho a poner de nombre a su hijo Lobo. Quizá llegue el día en que en una acreditación, en una etiqueta de facebook, en la identificación prendida en la ropa de los dependientes  de un supermercado leamos Lobo López -reponedor vegano-, Cucaracha Martínez -y no es una chica rastrera-, Hiena Jiménez -y se ríe siempre sin malicia-, Tiburón Fernández -y no es un depredador -, Buitre García -y no es asesor de fondos de alto riesgo-. ¿Por qué no?  Ya hay muchas Palomas. Ese día habrán acabado de una vez los prejuicios y nuestra profesión estará de más.
                                  
                   (Andreu Subirats,  director de  Com Som. Consultoría de reputación personal  e imagen corporativa.)

martes, 3 de abril de 2018

VIRAL









      La ignorancia de la etimología nos protege del ridículo o del despropósito. La venganza de la etimología perfecciona a veces el difícil arte del sarcasmo.

  El adjetivo 'viral', tan empleado en los últimos años y que asociamos casi irremediablemente a la expresión 'se ha vuelto viral en internet o en las redes sociales', hace referencia a la propagación rápida y multitudinaria de cualquier contenido digital, como si de un contagio imparable se tratara. Quien imaginara tal uso metafórico para esta palabra (tuvo que haber alguien que fuera el primero, aunque rara vez en la historia de la lengua podamos atribuir autorías individuales), probablemente no tuvo el menor propósito de criticar  este fenómeno tan sintomático de nuestro tiempo. Pero lo cierto es que 'viral' procede de 'virus' que en latín significaba 'ponzoña', 'veneno'. Una  gran fidelidad a la etimología, también dentro del campo de la informática, se observa, sin embargo, en el empleo de 'virus' con la acepción de programa informático que se trasmite contra la voluntad del usuario y es capaz de interferir en el  buen funcionamiento del los ordenadores.

     De los tres adjetivos derivados de virus (virulento, vírico y viral) solo el último parece haberse librado de sus connotaciones malsanas al haber sido adoptado por la modernidad tecnológica. Es más, 'viral' ha sido capaz de invertir su destino de palabra asociada al veneno y a la enfermedad pues en nuestra sociedad adoradora de la cantidad, aplicarle a cualquier sustantivo este calificativo es aureolarlo y conferirle la condición de célebre, popular, exitoso en grado superlativo.

     Quizá no estaría de más regresar un poco a la etimología y considerar lo que de tóxico y enfermizo, por cuanto nos habla de la facilidad para infectar nuestras conciencias, tiene la difusión descontrolada ('viral') de cualquier material (fotografía, vídeo, texto) sin filtros de calidad ni veracidad, impulsado tan solo por tendencias que en muchas ocasiones reflejan lo menos recomendable de nosotros mismos.


     ¿Qué pasaría si de un comentario, de un "meme" o de un videoclip dijéramos que se ha vuelto vírico o virulento? Tal vez estaríamos desenmascarando su verdadera naturaleza mórbida.


domingo, 1 de abril de 2018

EL NIDO EN EL TILO



El rubor de las yemas delata los deseos de primavera de este desmedrado tilo callejero en este invierno que ya dura demasiado. Apoyado en la frágil horquilla de dos ramas, persiste la delicada construcción de un nido que fue casa y cuna, espacio mínimo donde la vida cumplió su ciclo el año pasado. Con su aspecto de capazo de bebé, de barca en medio de la tempestad, muy bien ocultado por las hojas a las miradas de los depredadores en la época de crianza, ha resistido el empuje cruel del cierzo, la terca erosión de la lluvia, la seducción engañosa de la nieve, el empeño bipolar del sol y el hielo. Y ahí está, aferrado al árbol, mostrando a la vista del curioso paseante invernal la sabiduría de los pájaros albañiles, la perfección de lo pequeño, la nostalgia cálida de un hogar.