jueves, 27 de julio de 2017

DIAMANTE (II)

La transparencia, Dios, la transparencia. ( J.R.J.)




                Siempre la buscó. Era un poeta enamorado de la pureza. Dejó muy claras sus últimas voluntades y el dinero para llevarlas a cabo. Lo que quedara del cuerpo que había albergado su conciencia escrupulosa y clarividente debería alcanzar esa perfección que se le resistía en los poemas. Diez mil euros les costó el capricho a sus herederos. Pero algo falló. La luz atravesaba el fulgente diamante en que se habían transformado sus cenizas y revelaba una sombra indiscreta y turbia, de espurio metal,  que a días parecía la silueta de un cisne irónico y a días un signo de interrogación.

                El marcapasos, el fiel auxiliar de su corazón fatigado por un trabajo tan extenuante en persecución de la esquiva belleza, encontró la manera de vengarse de él para toda la eternidad.


martes, 25 de julio de 2017

LOS COMPLEMENTARIOS



Los complementarios, esos personajes que van dentro de nosotros y dicen y piensan más allá de nosotros (eso nos gustaría creer), se asoman  por primera vez a estas páginas con sus mínimas máximas, sus humoradas  y su filosofía de saldo o almanaque. Ahí van las dos primeras ocurrencias, atribuidas a Afrodisio Cabal, pequeño filósofo rural.


"Pronuncia dos veces la palabra yo y obtendrás un juguete que sube y baja."


"La luz está sobrevalorada. Si no fuera por su ausencia rítmica e intermitente, por los intervalos negros que rompen su continuidad, no sabríamos a qué atenernos con el coche que va delante."

sábado, 22 de julio de 2017

EL PRIMERO











           En aquel campo descuidado, infestado de margaritas, que parecía sembrado con desgana (quizá con el único objetivo de cobrar la subvención), el curioso paseante escudriñaba desde el camino el momento en el que se abriera el primer cáliz verde para mostrar la hermosa corola amarilla. Siempre le había interesado  asistir a ese acto inaugural de la floración porque en él cifraba todo el enorme caudal de belleza, de fecundidad, de voluntarioso brío de la plantación entera.

            Un atardecer obtuvo lo que buscaba. Cuando se acercó para fotografiar la  novedad  se encontró un raro ejemplar con dos flores siamesas que le produjo el mismo desasosiego teratológico de un corderillo de dos cabezas recién salido del vientre de la madre. Se fijó en otro detalle: contrariamente a lo que su nombre sugiere, este girasol rebelde daba la espalda al astro rey que, a punto de ocultarse, se mostraba en todo su esplendor.


            Anotó en su cuaderno mental de naturalista ambas insolencias  y siguió su camino levemente desazonado por estos signos perturbadores.

miércoles, 19 de julio de 2017

CANTUESO







                CORPUS CHRISTI


          Bajábamos del monte embriagados de oxígeno,

          acarreando brazadas de cantueso florido

          para alfombrar las calles de aquel jueves de junio

          con su perfume espeso, con su broza caliente,

          con su color de ocaso. Un sol de primavera

          hechizaba a la tierra. Había en los portales

          altares fervorosos y el humo del incienso

          procesionaba lento devanando sus hilos

          en el aire traslúcido. Un misterio de sangre

          se alzaba con el pan que todos adoraban.

          No había paganismo en mi infancia litúrgica.

          Pero en esa mañana azul del Corpus Christi,

          al olor del cantueso, los dioses en minúscula

          con sus sucias pasiones bajaban desde el monte

          trayendo en sus pezuñas el barro del pecado,

          la flor de los placeres, dejando en los tapices

          el sello de los bosques sagrados y prohibidos.

          Aunque yo no los viera ahora sé que allí estaban.


                                                                                             (Inédito)






domingo, 16 de julio de 2017

'COACH'


            Hay palabras que desagradan por el significado que repta debajo del significante. Hay palabras que desagradan por el significante mismo. Coach, palabra de moda, y su derivado coaching reúnen para mí suficientes motivos de este doble rechazo. Por un lado está, como en muchos de los términos bárbaramente importados,  lo innecesario de su uso, lo advenedizo de su fonética. Hay en nuestra lengua muchos equivalentes que pueden, con ventaja, sustituirlo según sea su contexto de uso: entrenador, preparador, instructor, profesor, maestro, monitor, tutor, guía, experto...  Solo se me ocurren dos razones por las que los medios de comunicación de masas y quienes pretenden dirigir las líneas de avance de nuestra sociedad han abrazado con entusiasmo este vocablo. En primer lugar, la ignorancia -deliberada o no- de nuestro propio acervo lingüístico que muestran muchos periodistas,  y, en este caso también, la de los nuevos profesionales de este campo. En segundo -pero no menos importante- lugar, ese prurito vergonzante de creer que un término anglosajón dota automáticamente a cualquier realidad de un prestigio del que carecería si fuera designada de manera por todos comprensible. Casi siempre, bajo esta capa deslumbrante de falsa modernidad, se esconde un fraude significativo, el vacío o falta de sustancia de lo que, simplemente, es una moda inducida y orientada hacia el consumo.

            De puro pretencioso, este término acaba por desintegrarse.  Ahora hay coaches  (pronúnciese algo parecido a 'couchis') para todo. En su vertiente más elemental se refiere a la persona que enseña a otra una habilidad, ya sea deportiva, artística, social, emocional, comunicativa, empresarial... Se supone que lo hace motivando y potenciando las capacidades del alumno, acompañándolo en su aprendizaje, estimulando sus progresos, interactuando con él, animándolo en los momentos de desfallecimiento. Pero nada hay de nuevo en esto: un buen maestro -desde la época de Sócrates- siempre ha sabido  que a la postre su misión es similar a la de una comadrona, que el proceso ha de culminar con un alumbramiento en el que todo el protagonismo corresponde al aprendiz.  

            En su más excelsa acepción el concepto se torna trascendente hasta convertirse en una figura similar a la de un guía, un consejero, un padre o madre espiritual que muestran al alumno -sin reparar en la desmesura del intento- el verdadero camino de la existencia. Y es aquí donde siento que el timo y la tomadura de pelo amenazan con más fuerza. Con un baratillo de frases manidas y de tópicos, con una puesta en escena, mitad de telepredicador mitad de ejecutivo que presenta la última joya tecnológica de su compañía, desde el escenario enmoquetado del salón de reuniones de un hotel o de un palacio de congresos, estos nuevos gurús pretenden ahorrarnos el dolor de estar vivos y engrosan sus cuentas corrientes aprovechando el papanatismo y la fragilidad de sus adeptos.

            Así pues, mandemos a coach y a sus derivados a la papelera de los descartes y regresemos a nuestros tradicionales maestros y entrenadores: nos saldrán más baratos y no nos venderán falsas recetas de éxito y felicidad.

jueves, 13 de julio de 2017

DIAMANTE (1)



          Rica, hermosa y joven todavía, la viuda parece una lujosa embarcación deslizando por el paseo marítimo su cuerpo agasajado por el sol, el agua y los costosos tratamientos de belleza. El petardeo de una moto de escasa cilindrada no la va a desviar de ese itinerario invisible que la hace erguirse con elegancia de ave acuática, la cabeza en alto, la pisada avasalladora. Una mano se extiende como un tentáculo desde la moto y en un lance bien entrenado le arranca de un tirón el diamante que fulge sobre la piel morena en el valle de sus senos. Ella no grita, no protesta, no presentará denuncia. Apenas si se extraña. Acaba de librarse de la promesa que le hizo en su lecho de muerte. "Llévame siempre junto a ti, como a un caminante perdido, mis cenizas convertidas en el más hermoso cristal entre la doble colina de tu pecho". "Siempre, querido".


          

lunes, 10 de julio de 2017

FLOR DE CALABACÍN










     Nadie cantará tu belleza, nada arbitraria ni presuntuosa, estrella grande en el cielo verde de las hojas, alarde tropical de flor carnívora en la jungla civilizada del huerto. Tu belleza tranquila, hexagonal, un poco arrugada, madruga porque sabe que va al trabajo y se cierra enseguida; tu sexualidad doméstica solo espera la llegada de un insecto que, al profanarla, la fecundará.

     Nos gustan las flores sin porqué ni para qué, las que malgastan ociosamente su hermosura, las que parecen libres del ciclo de la utilidad, y despreciamos las que producen, las que se pueden comer, las que se sacrifican por el fruto. Pero en esta mañana después de una noche de tormenta, ofrecida a la luz y a la promesa, bella flor de calabacín, has obrado el milagro: los ojos del hortelano te han visto con ojos de poeta. 



sábado, 8 de julio de 2017

EL VÉRTIGO DEL CARACOL









El vértigo del caracol
una tarde de lluvia.
El lento vértigo de algunos caracoles
en las tardes de lluvia
cuando el mundo, abatido en la hierba,
resurge reciente y candoroso
saliendo de su concha.

(De La lenta luz de las provincias)






miércoles, 5 de julio de 2017

HUMORISTA, malgré lui




"Cuanto peor, mejor para todos y cuanto peor para todos, mejor. Mejor para mí el suyo."





                                       Aplaudiendo con las pezuñas la última genialidad dialéctica parlamentaria







lunes, 3 de julio de 2017

EL PARACAIDISTA (La insoportable levedad de ser)




                Uno a uno los compañeros van lanzándose al vacío, engañando al miedo con un gesto de displicencia. Son todos novatos y en el último instante el instructor tiene que empujar a más de uno, indeciso, arrepentido, paralizado. ¿Cómo no pensar en la voracidad de la tierra, en la posibilidad de que el paracaídas no se abra? Cuando llega su turno, en un segundo que se le antoja eterno, un absurdo pánico se apodera de él y le confirma una antigua sospecha: no es como los demás. Lo que verdaderamente teme, mientras mira al abismo, antes de que sus pies abandonen la seguridad metálica del avión, es que la gravedad se olvide de él y se quede flotando para siempre en un espacio hueco, en el útero de la liviandad.