miércoles, 31 de mayo de 2023

¡TENTE, NECIO!

 




Cuenta la leyenda hagiográfica que en la docta ciudad un toro bravo

descontrolado está sembrando el pánico entre sus habitantes.

 —¡Tente, necio!, ordena el futuro santo patrón.

Y el toro retrocede, obediente y avergonzado, renunciando a su

ferocidad ante la frágil fuerza de la palabra, y se deja conducir al 

corral.

Es una pena que no creamos en santos ni en sus poderes

taumatúrgicos. ¡Qué bien nos vendría esta frase mágica para pararle

los pies a tanto necio que embiste y a tanta necedad que no se deja 

educar!

En cada ciudad, en cada pueblo, empieza a ser necesario bautizar una

calle con esta frase imperativa: ¡Tente, necio!


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