domingo, 29 de enero de 2023

UN POETA

 

Tiene 6 años, los alemanes han entrado en Belgrado y mientras los ve desfilar por las calles siente cómo tiembla el suelo. El temblor deja de ser físico cuando le sube cuerpo arriba desde los pies y se convierte en un presentimiento. De toda la escena, sus ojos curiosos acaban por elegir la imagen de un perrillo blanco que se cruza en el camino de los soldados y se extravía aterrorizado entre sus botas negras hasta que una patada lo hace saltar por los aires.

Una patada lo hizo volar como si hubiera

 tenido alas. Eso es lo que veo ahora.

 La noche cayendo lentamente.

Un perro con alas.


Ese niño  se llamaba Charles Simic y acabó siendo un gran poeta, alguien capaz de sublimar el dolor de un perrillo blanco maltratado por la crueldad de los soldados y transformarlo en unas alas para volar.

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