martes, 2 de marzo de 2021

SABINA (II)

 




Tuve suerte. Nací en el sabinar más grande del planeta, muy cerca de un arroyo. Pero nada comparable al mayor de los dones. Si miras mis anillos, sus líneas tan cercanas, verás dibujada la lentitud del tiempo, el crecimiento tan pausado que hace de mi madera -tan dura y perfumada- carne de eternidad.

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