viernes, 5 de marzo de 2021

CORONACUENTOS (25): DINERO SUCIO







El dinero siempre le había parecido sucio: esas monedas que enseguida  se volvían oscuras, que perdían el brillo de tanto ir de mano en mano, de tanto circular entre los dedos ansiosos y mugrientos de los pedigüeños; esos billetes cada vez más desgastados, frotados por los rodillos de los cajeros, manchados de un polvo blanquecino  y que habían estado en contacto con las narices mocosas y viciosas de media humanidad. Y ahora, además, con la pandemia, esos virus con espinas que se aferran como usureros a su superficie grasienta...

Sí, definitivamente, pensó el  pulcro magnate, el dinero es una asquerosa antigualla. 

Y acto seguido cursó orden a su agente financiero para que lo invirtiera todo en bitcoins. 

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