Entre las raíces de la vieja haya, como en un útero, un ejemplar joven inicia su aventura protegido por la frondosa sombra materna. Bajo tierra, una compleja red de ayuda y de alianzas, invisible a nuestros ojos, cuida del bosque, de la natural sucesión de las generaciones de árboles. Enternece conocer que una forma de amor, de compasión y de solidaridad trabaja desde los estratos más bajos del ser.
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