lunes, 30 de julio de 2018

ESCALERA HACIA EL CIELO




     Cuando la soldado se descuidó, escapó de la caravana. Quería ser libre, explorar por su cuenta. Subió por el tallo, una inacabable escalera oscilante hacia  el cielo. Llegó a una cavidad de una blancura purísima. Se deslizó feliz por la pendiente sedosa como por una ladera nevada. Percibió un aroma intenso que dolía de tan dulce, de tan embriagador. Se embadurnó toda de amarillo, y se creyó de oro. Sus mensajeros químicos transmitieron: Esto es el paraíso.

     En tierra sus compañeras de la caravana se esforzaban en transportar el cuerpo -estrafalario paso de semana santa- de un moscardón muerto.












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