TORO
5: Ahora nos separarán en los toriles y nos irán sacando de uno en uno.
TORO
1: ¿Nos volverán a llevar al campo?
TORO
2: Se estaba bien allí...
TORO
5: Saldremos a una plaza redonda, llena de gente expectante, con banderas y
música. El suelo es de arena fina, como de playa.
TORO
3: Una fiesta, claro...
TORO
5: Una fiesta muy especial, en la que nosotros somos los protagonistas... y las
víctimas.
TORO
4: Sigues sin hablar claro.
TORO
5: ¿Recordáis los que nos hicieron en el tentadero de la finca?
TORO
3: Sí, aquel hombre con un trapo que se burlaba de nosotros. A punto estuve de
empitonarlo. Era divertido.
TORO
5: Ahora será menos divertido. Entre pase y pase nos irán clavando hierros
mientras la gente aplaude, enfervorecida, hasta que al final...
TORO
1: ¿Y cómo sabes tú todo eso?
TORO
5: Por algo me pusieron de nombre Enterao.
TORO
2: ¿Y el final?
TORO
5: Te ahorro detalles. Unas mulillas arrastrarán nuestro cuerpo desangrado y se
lo llevarán, nos trocearán y subastarán las tajadas. Comulgarán nuestra carne.
TORO
4: Te lo estás inventando todo. Tienes una imaginación siniestra.
TORO
5: Ojalá. Piensa lo que quieras. Igual da.
TORO
2: ¿No decías que era una fiesta?
TORO
5: Y lo es. Como dijo un filósofo bigotudo: Sin crueldad no hay fiesta. Y como dijo otro: El toro es una pasión inútil, un ser para la muerte. Ah... y el infierno son los otros.