Entre sin miedo.
En este pub todo es real, la comida, el fuego, la cerveza, el pub mismo.
¿Acaso podría ser de otra manera?
Un terror metafísico se adueña del paseante, convertido en pequeño maestro de la sospecha. Quizá ha estado, sin saberlo, en muchos pubs donde todo era ficción, impostura, un mundo paralelo, un matrix diseñado por ignotos poderes. Quizá ha comido alimentos falsarios, ha bebido cerveza imaginaria, se ha calentado con lumbre fantasmal.
Hemos llegado a un punto en que la realidad, lo real, es un bien escaso, una excepción, un valor en sí mismo, un reclamo para cuerpos y espíritus inconformistas.
Escolio final: Note el amable lector la divertida paradoja. El pub que tanto alardea de realidad ha sido bautizado con nombre de animal extraído de un bestiario fantástico: The Green Dragon.
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