(Laguna de Cebollera, esta mañana)
Llegó en
silencio
y muy
pronto se irá
en
silencio también. (Si acaso
ese primer
murmullo
del río
que nace de su muerte).
No hace
falta gritar
para estar
o para ser,
para hacer
el mundo más hermoso
ni para
entregar a los campos
la
bendición del agua:
el mensaje
en blanco de la nieve.
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