miércoles, 26 de marzo de 2025

NARCISOS

 




No han nacido junto a un río sino en un rincón recóndito, húmedo y abrigado del bosque. Su corto tallo no les alcanza para mirarse en el agua —provisional y amenazada— del  sucio charco que, como deseo perverso e inalcanzable, han formado las copiosas lluvias de marzo.

En épocas de tanto narcisismo y egolatría, estos narcisos, que parecen desperdiciar su delicada belleza sin alcanzar la recompensa de un espejo y se conforman con brotar salvajes para muy pocas miradas, quizá tengan algo que enseñarnos.








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