jueves, 11 de julio de 2024

MASCOTAS

 

No se desquiciará si no lo sacas de paseo y si lo sacas no tendrás que ir detrás de él con la bolsita de excrementos. No se enzarzará en peleas con otros congéneres. Es sobrio y austero, muy económico. No tienes que darle de comer y en vacaciones puedes dejarlo solo en casa: a tu vuelta te recibirá como siempre, sin el menor gesto de desagrado. No enferma, no tienes que desparasitarlo, ni esterilizarlo, ni llevarlo al veterinario. No deja pelos en el sofá. No te abandonará ni huirá por los tejados siguiendo la llamada del instinto. No se orina en el pasillo. No necesita caricias. No es celoso. No provoca alergia. Jamás se enfada o enfurece. No molesta a los vecinos con ladridos, gañidos, maullidos, ronroneos o trinos desaforados porque habla muy despacio, al oído, en silencio, sólo para ti si así lo quieres. Le sienta bien el paso de los años, como a los mejores vinos, no pierde fuerza ni vigor. No sufrirás por su muerte; de hecho, es seguro que te sobrevivirá.

Siempre te está esperando pero nunca te reprochará tu indiferencia: Tiene una paciencia infinita.

Ya lo habrás adivinado: El libro, el mejor animal de compañía.

 

(Tiene también sus pequeños defectos: no  hace monerías, no es especialmente fotogénico, no da mucho juego en Instagram, sus vídeos no lo petan en Tik Tok: Nadie es perfecto.).

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