martes, 30 de enero de 2024

LA FAMILIA SPIRARE (II): ESPIRAR Y EXPIRAR


Dos palabras tan parecidas y tan diferentes: espirar y expirar.

Sólo una letra separa la vida de la muerte. Y si las pronunciamos descuidadamente llegan a confundirse.

sábado, 27 de enero de 2024

CLÁSICOS

 

Al profesor de Literatura jubilado le corroe la pena de comprobar que ya nadie lee a los clásicos, que ya nadie los respeta, que se los considera aburridísimas antiguallas de las que hay que preservar a niños y adolescentes para que no lleguen a odiar la lectura. Por eso, la frase que ha cazado al vuelo al cruzarse en la calle con un padre y con su hija ha sido como una inyección en vena de una dosis de optimismo. La niña —trenzas largas, cara avispada, manita agarrada a la de su padre— ha proclamado:

              —Pues a mí me gusta mucho Quevedo.

Ya en casa, el profesor apenas podía ocultar su alborozo. Hasta su hijo, que le presta tan poca atención habitualmente, ha notado su cambio de humor y le ha preguntado los motivos de su exaltación.

              —Los clásicos, hijo, los clásicos. Se está volviendo a ellos. En realidad, nunca se han ido. No todo está perdido. Hoy creo en Dios. ¡Viva el canon!

              Su hijo lo ha mirado alarmado, como se mira a quien está sufriendo un episodio de demencia senil.

              —A ver, explícame eso —le dice, temiéndose lo peor.

              Cuando su padre le cuenta, el hijo lo contempla con una mezcla de lástima y de socarronería.

              —No estás al día, papá. Teclea Quevedo en Google, anda. No quiero ser yo quien te amargue la mañana.

              El profesor no sale de su asombro. La palabra Quevedo acumula más de 54 millones de resultados en el buscador de internet. Y él sin enterarse: ¡Quevedo es "trending topic"! Pero su entusiasmo dura muy poco. Todas las primeras páginas están copadas por una noticia sensacional: «Quevedo, el cantante de reguetón que alcanzó los primeros puestos en la lista de las canciones más escuchadas, ha anunciado su temprana e inesperada retirada: "No soy una máquina", ha escrito por toda explicación a sus seguidores en su cuenta de X.»

              El profesor, hundido en la miseria, se refugia en su biblioteca. Coge el tomito de Clásicos dedicado a don Francisco de Quevedo y Villegas y se enfrasca en la lectura de sus poemas metafísicos. Entre verso y verso, la cara compungida de la niña se le aparece como el oráculo siniestro de un futuro dominado por la ramplonería.


martes, 23 de enero de 2024

PREGUNTAS INCÓMODAS

 


UN SOLDADO ISRAELÍ SE HACE INCÓMODAS PREGUNTAS

 

Si cegamos los ojos de los niños

con el blanco resplandor de las bombas,

¿cómo les pediremos, cuando crezcan,

que vean con ojos limpios

la radiante sonrisa de la paz?

Si infectamos el aire

con gases venenosos,

con gases que producen lágrimas,

¿qué van a respirar

las rosas, las higueras, los caballos?

Si cercamos su vida de alambradas,

¿a quién extrañará que la inocencia

se les convierta en ira?

Si en las camas solo yacen

las ruinas, los escombros,

¿dónde conciliarán los sueños

que los mantienen vivos?

Si aplastamos con nuestras botas de soldado,

con las orugas de los tanques,

el rostro de las muñecas,

¿cómo exigirle a la esperanza un arcoíris?

Si retorcemos las palabras

hasta hacerlas sangrar,

¿quién podrá escribir un poema que no duela?

Si espantamos el vuelo de los pájaros

con el trueno feroz de nuestros bombarderos,

¿cuándo volveremos a escuchar sus cantos por el cielo?

Y si sembramos con las semillas del odio

los campos del futuro,

¿cómo esperar que en ellos nazcan

las doradas espigas del amor?

  

¡Qué amargo aceite darán estos olivos,

qué pálida fruta los naranjos,

qué tristeza en las alas de la paloma,

qué escasa esta estrecha tierra

para tantos muertos!

 

domingo, 21 de enero de 2024

ÁRBOL BLANCO

 


¡Qué hermosa esta mañana

la desnudez del árbol!

¡Qué frágil luz

viste sus ramas yertas!









martes, 16 de enero de 2024

UNA CALLE DE MOSCÚ








-Mira, Tonya, los Urales.

Pero en realidad lo que el espectador veía en la pantalla era el Moncayo.

Casi todo era falso en aquella película. Un actor egipcio interpretaba el papel de un médico moscovita y su amante estaba representada por una actriz inglesa. La estepa rusa había sido rodada en los campos de Gómara y el Moncayo debía pasar por los Urales. Ni siquiera la nieve era auténtica: aquel invierno no nevó en Soria y tuvieron que simularla con sal y polvo de mármol. Un enorme decorado de tramoya reproducía, en un barrio de Madrid, una calle de Moscú.

Pero sí hubo una cosa muy auténtica: la emoción con que algunos de los figurantes, simpatizantes comunistas clandestinos, entonaron a voz en grito La Internacional en plena dictadura franquista aprovechando el rodaje de una escena que recreaba una manifestación proletaria en la época de la Revolución Rusa. 

La pequeña verdad que late siempre, clandestina, en el corazón de las grandiosas mentiras.

sábado, 13 de enero de 2024

LA FAMILIA 'SPIRARE' (I): CONSPIRAR

 

Todas las palabras están hechas de aire, pero estas más.

Los vástagos de la familia léxica que hoy nos ocupa, las ramas de este frondoso árbol, han emprendido en algunos casos caminos muy diversos; en otros no se han apartado mucho de la tradición y han conservado rasgos comunes de su origen. Los miembros de esta familia, salvo error u omisión, son: Aspirar, Conspirar, Espirar, Expirar, Inspirar, Respirar, Suspirar y Transpirar. Todos ellos proceden de una palabra latina Spirare (echar aire, soplar) y en su ADN la idea de aire, soplo o respiración está más o menos explícita. El más díscolo, el que más lejos ha llevado su rebeldía hasta resultarnos difícil relacionarlo con los demás es Conspirar (literalmente, respirar junto a otras personas) que, renegando de su significado etimológico y quedándose solo con su interpretación metafórica ha pasado a referirse a “unirse o ponerse de acuerdo para rebelarse o para hacer daño”; es como si los conspiradores estuvieran tan cerca unos de otros que compartieran el mismo aire o que unos inspiraran el aire que  los otros espiran. Si en lugar de aire ponemos mensajes, fotos, memes, textos y demás contenidos de las redes sociales tendríamos una aproximación muy actual al origen y propagación de las ideas conspiranoicas.

domingo, 7 de enero de 2024

AL FIN, LA NIEVE






Necesitabas

subir hasta la nieve,

hasta su altura hospitalaria.

Necesitabas

calentarte las manos

con su frío encendido,

escuchar la voz limpia

de los arroyos nuevos,

volver a descubrir

la extrema sencillez.

Necesitabas

regresar al enigma

antiguo del silencio.










lunes, 1 de enero de 2024

ACEBAL DE GARAGÜETA

 





El Acebal de Garagüeta es una reliquia vegetal valiosísima, un bosque relicto de acebos, un paraje único cuya espesura en algunos casos forma sestiles donde los rebaños se refugiaban del calor. Al final del otoño árboles y arbustos se llenan de los rojos frutos que sirven de sustento a los pájaros en una época en que les resulta difícil encontrar con qué alimentarse. Nuestra costumbre navideña de adornar las casas con ramas de acebo, embrujados por el contraste  del verde lustroso de las hojas con el rojo de los frutos puede poner en peligro su conservación. Y aunque la sabia naturaleza los ha dotado de esas hojas punzantes que los protegen en sus partes más bajas para evitar que sean ramoneadas por los herbívoros, la codicia y el afán depredador de los humanos tienen los brazos muy largos y alcanzan lo más alto de su follaje, allá donde los acebos, confiados, dejan de defenderse y muestran unas hojas suaves e inermes. 

¿Por qué no conformarnos con acebo de vivero o con una respetuosa visita a Garagüeta? ¿Necesitamos poseer la belleza destruyéndola?

(Sirva el poema -acróstico y con estrofa de lira- para celebrarla a lo clásico.)