miércoles, 27 de septiembre de 2023

ESCALERAS MECÁNICAS

 

—¡Cuánto tiempo!

—¿Qué tal?

Apenas tuvieron tiempo de decir nada más ni de ver la cara de sorpresa matizada de añoranza y de incomodidad recíprocas.

Se habían cruzado en las escaleras mecánicas del centro comercial: ella subía, él bajaba.

Ambos dudaron un momento si volver a montar en las escaleras. No era normal que después de lo que habían vivido juntos eso fuera todo, un breve saludo rutinario. Pero, como si siguieran sincronizados, descartaron la idea al unísono:  él subiría, ella bajaría; y se cruzarían otra vez. Es lo que les había pasado siempre. Y si sólo uno de ellos decidía volver sobre sus pasos, sería aún peor: mostraría debilidad y su orgullo quedaría dañado. La otra parte intentaría aprovechar su ventaja.

Y cada uno siguió su camino como si no se hubieran encontrado: ella a la planta de hogar, él a la de tecnología.


domingo, 24 de septiembre de 2023

RETORNO



RETORNO 




   

He vuelto. He vuelto a ver  en la ribera

los álamos sin hojas y sin música

por la estación desnuda del invierno.

El Duero parecía

más cansado y más ancho

como si el agua hubiera envejecido

y en sus sueños la luz fuera de hielo.




Buscaba en las cortezas de los chopos

los trazos temblorosos del amor,

corazones y nombres a navaja

que ya han abandonado su relato.

Pero ahora los jóvenes

expresan en lenguaje de metales

la pasión azarosa: sobre el puente

brillaban los candados como emblemas

de amores clausurados para siempre.




Alegres leonores

pasaban a mi lado sin mirarme.

Por ellas he sabido

que nos vuelve invisibles  la distancia.

Como la cantilena de una fuente

escuchaba mis versos en las bocas

párvulas y lozanas de los niños

mientras peregrinaban por las calles

donde la vida me mostró sus dientes:

sonrisa y crueldad alternativas.





Ya apenas reconozco mis palabras,

me parecen de otro,

expoliadas, torcidas,

repertorio de coros sin espíritu,

gastadas por la incuria y los abusos.

Mas siguen siendo hermosas

recitadas por  niños que confunden

la historia oscura con la pena clara.

He vuelto a Soria a ver,

a oír, a recordar. No me atreví

a subir al Espino, tan ausente.








 

                                              

 

 

 

                                                                                     

martes, 19 de septiembre de 2023

EL LIBRO DE LOS MILAGROS (I)

 

Como otros proyectos suyos concebidos en un rapto de entusiasmo, El libro de los milagros de Virgilio Arancón nunca llegó a terminarse (de los mil milagros previstos apenas se completaron unas decenas) y a su muerte sus deudos heredaron un cuaderno manoseado y plagado de tachaduras con brevísimos chispazos poéticos en fase larvaria. 

Encabeza el poemario una cita, parece ser que apócrifa:

Menos la Nada

todo es Milagro.

El primero de esos textos estaba dedicado a lo que para él era el origen de todo lo demás:

¿Qué es la luz?

Ni onda ni partícula.

Protomilagro.

martes, 12 de septiembre de 2023

EL APAGÓN

 

Noche tórrida de verano en el paseo marítimo de una ciudad turística. Exhausta por la extracción constante de la energía necesaria para mantener encendidos los aparatos de aire acondicionado, la red eléctrica colapsa. Hay una sensación  generalizada de incredulidad. ¿Cómo puede estar pasando esto? Y luego: resulta que existe la noche y es oscura. Muchos no lo soportan y encienden las linternas de sus móviles. De los chiringuitos surge un grito espontáneo: ¡Queremos cenar! La muchedumbre que pasea buscando la fresca brisa marina tropieza y se confunde.

Pero todo esto son menudencias, casi siempre divertidas.

Lo peor son esos peligrosos pensamientos, hijos de una noche más antigua que el hombre, que brotan en esta oscuridad inusual. Ese regreso a lo salvaje que el apagón sugiere.

Afortunadamente para todos el apagón solo dura cinco minutos y, antes de que la tentación terrible del caos llegue a cristalizar, el suministro se restablece. 

viernes, 8 de septiembre de 2023

SAUCE

 


             Se adormece la luz al visitarte

             Acunada en tu frágil espesura.

             Una casa de sombra y de sosiego

             Construyes con el vuelo de tus ramas

             En la que se refugia mi nostalgia.










miércoles, 6 de septiembre de 2023

MEME

   

(De Redwoodneo - Modified from File:Richard dawkins lecture.jpg by Redwoodneo, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=6380847)

                              Richard Dawkins, biólogo y divulgador científico.


La mayoría de las palabras que usamos son anónimas, sin paternidad conocida y sin fecha de nacimiento precisa. No es el caso de meme, que constituye uno de los escasos casos de onomaturgia, es decir, una creación léxica individual que acaba siendo aceptada por la comunidad. Creada por el científico Richard Dawkins en  1976 en su libro El gen egoísta y concebida originalmente como una unidad de información cultural trasmisible de un ser humano a otro —algo equivalente al gen biológico— su uso y significado se ha trivializado y expandido hasta convertirse en poco más que una gracieta que vive y pulula en el ecosistema de la Red, consistente casi siempre en una imagen con alguna glosa textual que alude —con un humor las más de las veces zafio— a algún asunto de actualidad.

El sesudo término científico se ha degradado tanto que parece ser que el propio creador llegó a renegar de su mutación, algo que, sin embargo, no debería haber sorprendido a un  biólogo evolucionista que, al inventarlo, lo formó sobre la base de gen y de mimesis (imitación, en griego), con lo que ya, en cierta medida, estaba previendo su futuro.

Popularizado como género comunicativo, el meme  es, en opinión de quienes nos hemos educado en una época en que palabras e imágenes tenían un valor sustantivo, un subproducto más de una cultura tecnológica que todo lo sacrifica a la inmediatez, a la brevedad, a la superficialidad, al estímulo banal, al infantilismo, a la parodia grotesca e hiriente. Pero ninguna de estas objeciones importa a sus abundantísimos creadores y consumidores. A poco que nos descuidemos nos convertiremos todos en carne de meme.

Sin saber qué era el evolucionismo ni haber oído probablemente hablar de un tal  Darwin —eran tiempos de estricto nacionalcatolicismo— nuestros mayores usaban una expresión para afear amablemente nuestro comportamiento gregario: «Eres un monito de imitación», nos decían.  Una afirmación que, a la vista de lo que está ocurriendo, podría postularse como definición exacta de los homínidos actuales.

No nos resistimos a cerrar esta entrega de nuestro Palabrario sin aludir una vez más a esa extraña e inconsciente e irónica analogía que subyace a las palabras. Solo una letra le falta a meme para convertirse en memez. Una distancia demasiado corta.