martes, 20 de septiembre de 2022

LA REINA (II)

 


                                                                   (Charles Napier Hemy, Telling the bees)


Cumpliendo una muy antigua tradición, el colmenero real comunicó a las abejas la dolorosa noticia de la muerte de su ama y colocó crespones negros en las colmenas al tiempo que pronunciaba la fórmula ritual: “La reina ha muerto ¡Viva el rey!”

Se esperaba de ellas que elaboraran mucha cera con que fabricar velas para alumbrar la capilla ardiente y que la miel, mientras la reina estuviera de cuerpo presente, fuera turbia y amarga. Una vez acabado el duelo la miel habría de ser más dorada y  dulce que nunca para complacer al nuevo soberano.

Pero algo no marcha bien en el mundo de las abejas (la única sociedad conocida que siendo república tiene tantas reinas). El zángano encargado de bailar ante la abeja reina para trasmitirle la triste nueva recibió una respuesta insospechada:

—Cuando ellos guarden luto por tantas de nosotras muertas por su culpa haremos nosotras lo propio. Seguid a lo vuestro como si no hubiera pasado nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario