viernes, 15 de julio de 2022

SED DE OTRO TIEMPO

 






Como animal que abreva,

la cabeza doblada, hundías el rostro

en el agua nocturna de la herrada,

sorbías con deleite,

los labios agostados, la garganta impaciente,

conjurando el calor

de aquellos mediodías tórridos del verano.

En vano has pretendido

en la alocada carrera de tus días,

en cuerpos o en victorias,

un placer tan exacto,

una culminación más justa,

más limpia del deseo.



(De El largo día del niño, inédito)


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