lunes, 22 de julio de 2019

FINIS TERRAE




Anduvo, anduvo, anduvo. Estaba decidido a desmontar el gran embuste, la farsa mantenida por quienes se creen dueños de la verdad. Sabía que si persistía en su trayectoria rectilínea lograría demostrar que la Tierra tiene fin, que en Australia no viven cabeza abajo, que el camino se acaba junto al Gran Abismo.

Y efectivamente, el terraplanista acabó su ruta junto a un gran precipicio. El precipicio de su estupidez.

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