Un 22 de febrero, hoy hace 77 años, moría en Colliure Antonio Machado. Sus pulmones, castigados por el frío y la amargura del exilio y por muchos años de tabaco, dejaron de alentar. Era Miércoles de Ceniza y a su lado, en la misma habitación, apenas separados por un endeble biombo improvisado con una sábana, agonizaba Ana Ruiz, su madre. Se apagaba así, en una tristeza y desamparo que aún hoy deberían abochornarnos, la voz del cantor de las pérdidas y del soñador de una España nueva que seguimos esperando.
Como todos los años, alumnos del IES Antonio Machado de Soria han leído sus versos y han depositado flores en la tumba de Leonor en el Espino, "el alto Espino donde está su tierra".
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