miércoles, 12 de junio de 2024

UNA CANCIÓN



Por los altavoces del largo dormitorio colectivo, poco antes de que se apagara la luz, sonaban los lánguidos compases de una canción francesa. La suave melodía, la delicada voz de la cantante, la musical fonética francesa arrullaban esos momentos finales del día en los que aquellos muchachos, internos en un colegio religioso, se sentían especialmente vulnerables a la melancolía, al frío del invierno, al desamparo, a la soledad, a confusos deseos recién estrenados.

Tous les garçons et les filles de mon âge se promènent dans la rue deux par deux... Subidos a la tranquila ola de aquellas notas, arrullados por palabras que apenas entendían, entraban dulcemente en el territorio  de los sueños, siempre más amable que la áspera realidad cotidiana.

Hoy, más de medio siglo después, el día en que hemos conocido la noticia de la muerte de Françoise Hardy, escuchar esa canción todavía nos conmueve y nos vuelve a sumergir en las aguas emocionadas y turbulentas de la adolescencia. 

De milagros así está hecho lo mejor de la vida.

No has vivido en vano, Françoise Hardy.


Para escuchar la canción:

 https://youtu.be/XPkBMqehr5k

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