Al pasar por una calle del barrio, sus ojos quedaron prendidos en el rótulo de una modesta tienda de moda: Caótica&Bella.
Pensó:
A las puertas de su Infierno, Dante imaginó esta advertencia: "Abandonad toda esperanza".
En el arco de entrada a Auschwitz, los carceleros -en la más cruel demostración de hasta dónde puede llegar la perversidad en el lenguaje- habían hecho forjar este sádico lema: "El trabajo hace libres".
Si yo, hoy, tuviera que proponer unas palabras para dar la bienvenida al cruzar el umbral de la Vida, estas serían las elegidas: Caótica y Bella.
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