viernes, 15 de marzo de 2024

DE UÑAS Y RAÍCES

 

En la campaña de una marca de cervezas, mediante la tecnología conocida como deepfake, que podríamos traducir como ‘mentira profunda’, se ha resucitado a una célebre artista folclórica  dando vida a su imagen y haciéndola hablar con su voz y su acento. 

(¿Es esta la clase de macabra inmortalidad que nos promete el futuro? ¿Nos harán decir lo que no hemos dicho, hacer lo que no hemos hecho?)

Entre las perlas de sabiduría que desgrana su voz de ultratumba nos ha llamado la atención esta: «Manosea tus raíces…» No hay que ser ni un jardinero experto ni un horticultor veterano para saber que si queremos que una planta arraigue lo último que debemos hacer es manosear las raíces: sus delicadísimos filamentos, que tanto contribuyen a obrar el milagro de pasar de lo inorgánico a lo orgánico, no toleran manoseos, tejemanejes ni exposición prolongada. Padecen fotofobia y desean que se las deje en paz para regresar cuanto antes a la tierra y a la oscuridad que es su natural elemento.



En una encomiable muestra de coherencia en el relato, la misma empresa exhibe en mupis y marquesinas un gran cartel publicitario en que una mano parece ofrecernos un botellín de una cerveza tremenda. No hay que fijarse mucho para descubrir que el extremo de las uñas de esa mano aparece orlado con un ribete de suciedad que muy bien podría proceder del hecho de haber estado excavando en la tierra para hurgar en las raíces. Uñas de agricultor, de mecánico, de jardinero… La reivindicación del trabajo manual, del oficio pegado a la esencia, diríamos.

Pero si aguzamos más nuestra mirada quizá lleguemos a la conclusión de que esta aparente suciedad también es engañosa, demasiado regular, coloreada de verde, superficial, y más bien se trataría de una nueva tendencia para pintarse las uñas.

Hemos llegado a unos niveles de sofisticación en la falsedad que apenas queda espacio para que pase la luz. 


N.B. La campaña publicitaria ha resultado muy exitosa y no nos extrañaría que acabara siendo objeto de análisis y estudio en las escuelas de negocios y en las disciplinas de ciencias de la imagen y la publicidad.  

domingo, 10 de marzo de 2024

JUEGO DE NIÑOS

 


                                                                                                        "Juego de niños" Pieter Brueghel el Viejo




JUEGO DE NIÑOS

 

Por fin es mía la mirada

de Pieter Brueghel el Viejo

desde esa altura indefinida, ese leve picado

que acaso conceden los años,

la veladura otoñal del amarillo,

una luz de manzanas ya maduras

sobre la plaza pululante

de niños prematuramente viejos

como afectados de progeria,

eternamente condenados

a ocupar un lugar en ese lienzo,

en una extraña villa sin adultos,

quietos en su vertiginoso

retozo, un repertorio de brincos y carreras,

de cabriolas y luchas, de equilibrios y máscaras,

que a nada ya conducen,

como el recuerdo añejo de un placer

hundido en lo más hondo del olvido,

niños añosos que ocultan su rostro

bajo toscos costales de cereal,

y es también mío

ese triste torpor o esa renuncia

a vivirme otra vez en la alegría

sencilla de los juegos, viejo para animar

muñecas y pelotas que yacen en las manos

dormidas, como solo saben dormir

las manos en los cuadros, ceremonias

copiadas en la iglesia, parodiadas

en altares herejes,

muchachos y muchachas que se esconden

para seguir jugando a los abrazos,

que se bañan oscuramente desnudos

en un rincón mal definido,

esbozos que no pueden ampliarse

sin perder nitidez,

un aro o un tonel, una peonza

que rodarán ya fuera de la escena,

en una tentativa que no nos pertenece,

esa fuga en perspectiva

de la calle que angosta su futuro

y acabará por ser un solo punto

donde el tiempo concentra

la energía terrible de sus pérdidas.


                                                        (De El largo día del niño)

miércoles, 6 de marzo de 2024

lunes, 4 de marzo de 2024

jueves, 29 de febrero de 2024

29 DE FEBRERO

 





Soy un día raro y me hago de rogar. Estoy hecho con sobras de otros años, con retales de órbitas, con tiempo reciclado. Durante cuatro años he ido ahorrando minutos para llegar a ser un día, para ganarme en el calendario ese sitio que me niegan. Pero puedo ser alegre, como el traje de recortes de colores de un payaso. Y ese sol, que me hurta la existencia tres veces de cada cuatro, hoy me bendice con su luz, más hermosa por más difícil, por más deseada.

Aquí estoy, tan feliz, portando en la solapa este ramito del primer azahar que me regalan los naranjos.

 

martes, 27 de febrero de 2024

LA TRISTEZA DEL RELOJ

 




Cuánto nos gustaría

poder decir

como el reloj de sol:

Yo sólo cuento

las horas soleadas.



viernes, 23 de febrero de 2024

IRIS

 


Sentado sobre su trono infernal, Mefistófeles, el viejo embaucador, comisionista de la perdición, se lamenta como un anciano obsoleto y añora los tiempos pasados, cuando el negocio de comprar almas reportaba sustanciosas plusvalías:

—Antes los hombres se estimaban en mucho, eran conocedores de su valor. Para que hubiera trato tenías que apostar fuerte y prometer la eterna juventud, la sabiduría, tesoros fabulosos, un amor inalcanzable, el poder omnímodo, una ciudad maravillosa o que un instante de esplendor no acabara nunca. Aún así, había quien se negaba al trueque. Ahora los jóvenes hacen cola delante de una máquina para vender su iris —su mirada, la puerta de su ser, lo que los hace únicos: su alma— por unas pocas monedas virtuales de dudoso valor. Mi sagrado oficio ya no tiene sentido.