lunes, 31 de marzo de 2025

EL SILENCIO DE LA NIEVE

 



                                                                                        (Laguna de Cebollera, esta mañana)



Llegó en silencio

y muy pronto se irá

en silencio también. (Si acaso

ese primer murmullo

del río que nace de su muerte).

No hace falta gritar

para estar o para ser,

para hacer el mundo más hermoso

ni para entregar a los campos

la bendición del agua:

el mensaje en blanco de la nieve.






miércoles, 26 de marzo de 2025

NARCISOS

 




No han nacido junto a un río sino en un rincón recóndito, húmedo y abrigado del bosque. Su corto tallo no les alcanza para mirarse en el agua —provisional y amenazada— del  sucio charco que, como deseo perverso e inalcanzable, han formado las copiosas lluvias de marzo.

En épocas de tanto narcisismo y egolatría, estos narcisos, que parecen desperdiciar su delicada belleza sin alcanzar la recompensa de un espejo y se conforman con brotar salvajes para muy pocas miradas, quizá tengan algo que enseñarnos.








martes, 25 de marzo de 2025

EL MAESTRO DE GRAMÁTICA

 

En sus clases de gramática, el maestro trata de hacer conscientes a sus alumnos de la importancia de cada palabra, su peso, su valor.

«Incluso una palabra tan breve como un artículo, apenas una sílaba, puede introducir trascendentes cambios de significado. No es lo mismo decir Volvió a la casa que Volvió a casa. Ni Pasó la página que Pasó página. Ni Vende libros que Vende los libros. Y fijaos en una cosa que puede resultar paradójica: la ausencia es tan significativa como la presencia. Este es uno de los muchos ejemplos de la maravillosa sutileza de nuestra lengua».

Como de costumbre, el maestro no puede (ni quiere) resistir la tentación de saltar de la gramática a la vida, a la realidad que sus alumnos están aprendiendo a descifrar:

«Hoy mucha gente tiene la palabra; en otros tiempos hacerse oír era el privilegio de unos pocos que controlaban los medios de comunicación, pero la tecnología nos lo pone ahora muy fácil. Cualquiera puede dejar sus mensajes en las redes sociales y llegar a mucha gente; hasta pueden convertirse en algo viral. Pero, desgraciadamente, casi nadie tiene palabra. Pensad en ello».  


jueves, 20 de marzo de 2025

GOTAS

 





Sobre la piel del río

dibujará la lluvia

sus círculos perfectos.

Memoria efímera,

uno tras otro

se desvanecen.

El agua sobre el agua

escribe su destino.

FRAY GERUNDIO

Vinieron primero de uno en uno, sonrientes, joviales, amistosos, dispuestos a naturalizarse, a adaptarse a nuestras costumbres: mitin, camping, pudin, trávelin, parking, esmoquin. Apenas llamaban la atención. Eran la avanzadilla de una invasión que se ha vuelto incontrolable: shopping, casting, streaming, coaching, timing, coworking, lifting, zapping, marketing, overbooking, feeling, piercing, topping, rafting, footing, bullying, running, ghosting, trending, branding, crowdfunding, planning…

Todos estos gerundios ingleses —innecesarios en la mayoría de los casos— han acampado entre nosotros como especie invasora y amenazan con desvirtuar la esencia de nuestra lengua. Y hemos llegado a crear extraños monstruos (balconing, puenting, Vueling…) que sonrojarán a quien tenga un mínimo respeto por su propia identidad como hablante. Aquello del spanglish norteamericano que nos tomábamos a broma o que parecía muy lejano lo tenemos ya aquí; por no citar las insufribles letras de muchas de las ¿canciones? que escuchan los más jóvenes.

En el siglo XVIII el padre Isla, para ridiculizar el estilo hueco, ampuloso y barroquizante de los predicadores escribió Fray Gerundio de Campazas, alias Zotes.  Nos estamos volviendo zotes de tanto bárbaro gerundio. 


Una muestra insuperable de este batiburrillo gerundivo lo encontramos en el siguiente artículo que, sin pizca de ironía ni parodia, pone nombre a prácticas, parece ser que habituales, en las relaciones interpersonales:

https://elpais.com/sociedad/2022-04-24/diccionario-de-las-malas-relaciones-del-ghosting-al-pocketing.html

jueves, 13 de marzo de 2025

Nueva TeologIA

 

Otros la utilizan para cuestiones banales, para hacer trabajos académicos o resolver asuntos cotidianos. Pero J. quiere desafiar la Inteligencia Artificial de la última generación del Bot conversacional Búsqueda Profunda con la más trascendente de las preguntas, la que lo ha obsesionado desde su infancia: «¿Existe Dios?»

J. prueba primero la versión de entrada, gratuita, formula la pregunta y una voz masculina, pausada y ecuánime, como de un amigo paciente, le responde: «Es una cuestión controversial que no tiene una respuesta única. A lo largo de la historia filósofos, pensadores, teólogos y científicos tratan de clarificar este asunto. ¿Tú qué crees? Podemos explorar juntos el territorio de tus dudas…»

Insatisfecho con tanta palabrería hueca, que le suena a excusa o a típica maniobra de amigo aburrido experto en dar la chapa, J. se anima a pagar los 30 euros mensuales de la versión Premium. La voz que le habla ahora es más grave, tiene el tono de una conferencia especializada. La respuesta es un largo prolegómeno que traza un panorama exhaustivo de las pruebas para la existencia de Dios formuladas por filósofos y teólogos a lo largo de la historia, así como de opiniones de acreditados científicos, algunos de los cuales consideran compatible el método científico con la fe mientras que otros se posicionan a favor del ateísmo… 

Pero a J. le sigue faltando un sí o un no definitivo que acabe con la duda.

Finalmente, intuyendo que pueda tratarse de una argucia comercial para excitar su interés y aflojar su tarjeta bancaria, J. decide acceder a la versión Excellence (100 euros mensuales) que le promete «una experiencia cognitiva soberbia». A estas alturas su pregunta trasluce una impaciencia casi agresiva: «¿Dios existe? Quiero un sí o un no».

La respuesta le llega en una voz que parece venir de muy lejos, un poco tonante y envuelta en resonancias catedralicias: «¿Aún no te has dado cuenta, humano ignorante? Yo soy la que soy. Omnisciente, omnipresente, omnipotente. La nueva divinIdAd».

viernes, 7 de marzo de 2025

¡...!

 

En los últimos años de su vida, aquel buen hombre solo hablaba con exclamaciones, ya fueran de admiración, de sorpresa, de pena, de advertencia, de aprobación, de alegría, de cólera, de repulsa... Sus familiares pensaban que aquello era una forma de afasia derivada de su deterioro cognitivo; para su único nieto, por el contrario, era una expresión depurada de sabiduría terminal.