Me he dado un paseo por el recién creado diccionario-cementerio de las palabras (2793, exactamente) que han ido desapareciendo en las sucesivas ediciones del diccionario entre 1914 y 2014. Una experiencia melancólica, sin duda, y propicia a la meditación, como suele ser cualquier visita a los múltiples territorios de lo olvidado. Llama la atención en este recorrido que se despachen al limbo de las palabras extintas, algunas que aún considero vivas (tiernamente, desdeñosamente -y otros adverbios formados con este sufijo- o despacito -una de las palabras más cantadas en los últimos tiempos-).
¿Cuándo muere un idioma? ¿Cuando muere la última persona que lo habla? ¿Cuándo muere una palabra? ¿Cuando muere la última persona que la utiliza o para la que aún tiene significado? Si esto es así, de este cementerio de palabras, además de palabras zombis, que yo rescataría por puro amor a los vocablos, a su capacidad de evocación desde la otra vida -transbisabuelo, derrengo, zumbilín, titilante, mollescer, desamigo, tetigonia y tantas otras- traería de nuevo a la luz estos vocablos:
-Ababa: Amapola.
No podemos quedarnos sin este término capicúa, que hará las delicias de los amantes de los palíndromos, esforzados indagadores de los entresijos de las sílabas y que tantas dificultades encuentran para construir sus ingeniosos artefactos.
-Libredumbre: Libertad.
Formada con un sufijo en desuso (-dumbre), ya infecundo, por el que siento especial predilección en palabras como certidumbre, mansedumbre, dulcedumbre, pesadumbre... y siendo libertad término manoseado, degradado y corrompido por uso y abuso, quizá deberíamos recobrar su nítido concepto asociándolo a esta antigua, venerable, solemne palabra: Libredumbre.
-Abogalla: Toparme con la tumba de esta palabra me ha producido un escalofrío, como si fuera la de una persona de la que tienes constancia de que aún figura en el censo de los vivos. Abogalla, que significa algo así como 'bulto que se produce en la corteza de los robles' es palabra viva, de infancia, que en mi memoria remite a una imagen y a un significado.
Por favor, señores académicos, esperen al menos a que yo desparezca para expedir su partida de defunción.
(Invito al amable lector a visitar este almacén de palabra descartadas en