Desde el Monte Valonsadero, este poema y estas imágenes de aroma navideño.
MUÉRDAGO
Muestras en las mañanas más negras del
invierno
Una corona insólita de frutos plateados
Enraizada en la extrema desnudez de los
chopos
Relatando leyendas que aquí no
comprendemos:
Druidas, hoces de plata, puertas del
inframundo…
A nosotros nos basta con esta rebelión
Gozosa de lo vivo sobre los troncos
muertos.
Otra historia más bella no es creíble
en los páramos.